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Aulas

Córdoba demanda aulas

La Escuela de Arte Dramático de Córdoba padeció problemas muy parecidos a los que denuncia hoy la de Málaga, pero consiguió sacudírselos en 1998, cuando se instaló en su actual localización, en la calle Blanco Belmonte, en pleno centro de la ciudad. 'Estamos bien de espacio', asegura Víctor Blázquez, un estudiante de 24 años, de cuarto curso, que habla en representación de sus 140 compañeros. El edificio, en general, se adapta a sus necesidades e incluye un teatro propio con capacidad para más de 300 personas.

'Sólo tenemos una carencia importante', señala Blázquez, 'nos faltan aulas para ensayar después de las clases'. Como comparten la sede de la escuela con los alumnos de danza, que acuden al centro por las tardes, no hay espacio para todos. 'Quedan unas pocas aulas libres, pero no son suficientes, y los miércoles, por ejemplo, no hay ninguna vacía. Así que cada cual ensaya donde puede: en el patio, en la calle o en su casa', aclara el representante de los estudiantes. Dado que no se puede utilizar el teatro para los ensayos, Blázquez aboga por rehabilitar el edificio que albergaba la escuela hasta hace unos años, situado en la misma calle, y aprovechar así un espacio necesario que ahora no se emplea para nada.

Los alumnos indican otros pequeños inconvenientes. Las aulas no están insonorizadas. Tampoco disponen de todo el material que necesitan para las clases de acrobacia, ni de una buena biblioteca especializada en arte dramático.

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