MOLÉCULAS
Vacas artificiales
El truco de utilizar vacas artificiales rociadas con determinadas hormonas (alomonas, que actúan como señal olfatoria para otra especie) e insecticida ha dado muy buen resultado en la erradicación de la mosca tse-tse en una zona de África. El parásito que inocula esta mosca produce la enfermedad del sueño en humanos y el nagana (su equivalente en el ganado). Las vacas, fruto de la investigación de científicos de varios países, empezaron a utilizarse en Zimbabue hace 15 años y desde hace cinco, con 60.000 unidades instaladas, la enfermedad ha desaparecido prácticamente y ha disminuido mucho el uso de insecticida, ha comentado Stephen Torr, de la Universidad de Greenwich.
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