Los premios Nobel
Una vez más se aproxima la fecha del Premio Nobel y otra vez iremos viendo las noticias y comentarios reflejados en EL PAÍS. Por favor, cuando hablen ustedes de ese premio de Economía que se ha concedido en estas fechas, no lo llamen ustedes premio Nobel. No me sigan amargando la lectura.
Alfred Nobel nunca creó un premio para economistas. Lo que ustedes llaman premio Nobel de Economía es un premio que se han inventado los economistas hace algunos años y que se paga con cargo al Banco de Suecia, no al Fondo Nobel. El nombre exacto del premio es Premio de Economía en Honor de Alfred Nobel.
Los economistas son los teólogos de la sociedad moderna, una profesión de embaucadores que se llaman científicos. No les parecía bien que los físicos, los escritores, los médicos, etcétera, tuvieran un premio Nobel y ellos no. Por eso se las arreglaron para crear un premio pagado por otra institución y entregado junto al Nobel.
De esa manera hacen creer que también la economía estaba prevista como asignatura premiable por el creador del fondo.
Esa manera tramposa de actuar es típica de los economistas. Los miembros de la Academia de Suecia, que otorgan el Premio Nobel de Literatura, protestaron hace tres o cuatro años contra esa intromisión de la economía, que se autoinvitaba a una fiesta a la que no se les había llamado. Pero ahí siguen los economistas con su fraude informativo, tanto en lo que respecta al Premio Nobel como en lo que afecta a su pretendida ciencia, que nunca ha resuelto ni un solo problema.
