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DEBATE DE POLÍTICA GENERAL

El PP ofrece su apoyo a CiU tras las advertencias del Presidente de romper si sigue la involución autonómica

Las referencias de Jordi Pujol a la vigencia del Estatuto y la Constitución dieron ayer sus frutos al menos hasta la crisis de medianoche CiU-PP. Nada más subir a la tribuna del Parlament, en la segunda jornada del debate de política general, el presidente del Partido Popular de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, revalidó su compromiso de fidelidad gubernamental a Convergència i Unió hasta el final de la legislatura, tras las firmes advertencias de Pujol la víspera sobre los posibles riesgos de involuciones autonómicas. Fernández Díaz cumplió a rajatabla las órdenes de la dirección estatal del PP.

Alberto Fernández Díaz proporcionó ayer CiU un cheque hasta el año 2003, con la única salvedad de que ambos partidos negocien diariamente la cantidad. Es decir, apoyo a cambio de diálogo. De acuerdo con las consignas recibidas desde la calle de Génova, ni siquiera le reclamó a Pujol, como en anteriores ocasiones, un trato preferencial. Le bastó con un escueto reconocimiento público -que Pujol le dispensó en el turno de réplica- a los esfuerzos del PP en beneficio de la gobernabilidad.

Ni los últimos encontronazos entre los nacionalistas catalanes y el PP estatal por sus arranques antiautonómicos (Ley de Estabilidad Presupuestaria o marginación de CiU del Tribunal Constitucional) pueden enturbiar esta luna de miel que dura ya dos años. 'Le hago saber que todas estas controversias no alterarán la actitud del PP en esta Cámara, porque el Congreso de Diputados y el Parlament son escenarios políticos diferentes', manifestó.

Freno a la izquierda

¿Por qué el PP sigue apoyando a un Pujol que no ahorra críticas al Gobierno de José María Aznar? La respuesta de Alberto Fernández no dejó lugar a dudas: 'Para que en Cataluña no gobierne la izquierda'. Para el PP, esa es su mayor conquista.

El Partido Popular está orgulloso de este apoyo a la estabilidad en Cataluña porque ha corregido, según el dirigente conservador, los virajes soberanistas de CiU y ha encarrilado una acción de Gobierno de 'equivocadas derivas sucesorias'. Pero los conservadores no ven colmados sus deseos. Jordi Pujol, además, debería aparcar el 'discurso de la confrontación, de la reivindicación, de recurrir a una estrategia victimista'. 'No se equivoque ahora en esta nueva deriva', le advirtió Fernández Díaz.

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El tono moderado que el dirigente popular utilizó en su discurso se truncó en el turno de réplica, sobre todo porque el presidente de la Generalitat no soporta que le den consejos, aunque éstos provengan del partido que le mantiene en el poder. Fernández Díaz aseguró que Pujol se equivoca cuando reclama mayor autogobierno y una cuota en el Tribunal Constitucional, y cuando rechaza frontalmente la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Y le invitó a sumarse al Pacto Antiterrorista que firmaron el PP y el PSOE antes de las elecciones autonómicas en el País Vasco.

Convergència i Unió debe dedicarse, a juicio del PP, a 'administrar mejor las competencias que ya tiene' y a esforzarse en reducir el déficit presupuestario de la Generalitat. Respecto al Tribunal Constitucional, lo que para Pujol significa disponer de una cuota autonómica, para Fernández Díaz es la simple expresión de que 'CiU sólo quiere disponer en el Constitucional de un magistrado con carnet nacionalista'.

La respuesta del presidente de la Generalitat no pudo ser más acalorada. 'Usted quería ser prudente, pero se ha equivocado', dijo. CiU, reiteró, no apoyará la ley de déficit cero, ni firmará el Pacto Antiterrorista, ni mucho menos quiere un magistrado con carnet de CiU en el Constitucional, sino tal sólo uno con sensibilidad proautonómica. Y avisó que los nacionalistas continuarán reclamando más autogobierno porque 'la estabilidad no es el bien supremo y no se puede sacrificar todo [el autogobierno y la identidad catalana]', subrayó Jordi Pujol, aunque matizó que los nacionalistas no 'buscan la confrontación'.

'Lo que usted califica de imprudencias, para nosotros son coherencias', respondió Alberto Fernández, 'porque mire si he sido prudente que no le he recordado algunas propuestas que ustedes hicieron para los órganos jurisdiccionales'. Una referencia implícita al juez Pascual Estevill, que CiU propuso para el Consejo General del Poder Judicial, y que posteriormente fue acusado de prevaricación.

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