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Saltarse el semáforo en rojo es la causa del 26% de los accidentes de moto en Barcelona

El 10% de los motoristas utilizan un casco inadecuado

Todos los días, en las calles de Barcelona, centenares de motoristas arrancan en un semáforo décimas de segundo antes de que se ponga verde. Doce de ellos encuentran la muerte cada año. El 26% de los accidentes en los que participa una moto y hay heridos se deben a este tipo de infracción. La falta de atención es la segunda causa de accidentes, en el 20% de los casos. El 78% de los conductores accidentados eran menores de 25 años. Buscar vías preventivas para estos accidentes es el objetivo de un estudio impulsado por la Unión Europea que se realiza a la vez en España, Francia, Italia, Alemania y Holanda.

Un estudio de la Universidad de Harvard señala que cada año mueren casi un millón de personas como consecuencia de accidentes de tráfico. En los países de la UE, el número de muertos anuales asciende a 45.000; de ellos, 6.500 España y entre 800 y 900 en Cataluña. Entre 60 y 70 de estas muertes de producen en las calles de Barcelona, y 12 de los fallecidos son motoristas.

La OCDE decidió impulsar un estudio sobre las causas de estos accidentes. La UE aceptó el envite y promueve un estudio en el que participan también los fabricantes de motos. Desde hace dos años, cinco equipos analizan los accidentes en otras tantas ciudades europeas: Barcelona, Hannover (Alemania), Pavía (Italia) un sector de París (Francia) y Delft (Holanda).

Los datos globales, correspondientes al estudio exhaustivo de 3.000 accidentes, estarán listos a finales de año. Ayer, Josep Lluís Pedragosa, profesor de Seguridad en la UPC, presentó los datos parciales correspondientes a Barcelona, coincidiendo con la celebración de una reunión de estudiosos de las cinco ciudades en la capital catalana. Se trata, insistió Pedragosa, de datos provisionales, pero muestran con claridad la tendencia de la siniestralidad.

La velocidad

Algunos datos sobresalen: la causa principal de los accidentes es no respetar el semáforo rojo. La segunda causa es la velocidad. Pedragosa insistió en que hay una relación directa entre velocidad media y accidentes. Si sube la primera, suben también los segundos, tanto en número como en gravedad.

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Los estudios muestran, explicó, que las mujeres conducen mejor que los hombres. En carretera, la velocidad media de las mujeres es inferior en ocho kilómetros por hora a la que alcanzan los conductores varones; en ciudad, es de 3,5 kilómetros. Esto hace que tengan 1,5 veces menos accidentes que los hombres, tomando en consideración recorridos iguales.

El equipo de Barcelona ha trabajado sobre 700 accidentes, pero sólo ha analizado en profundidad 120 de ellos. El motivo es que las exigencias de la UE sobre información hacen necesario dejar de lado los casos en los que no se pueden completar los 3.500 datos que se requieren en cada análisis.

El estudio, en su situación actual, apunta un dato claro: ni uno solo de los casos analizados tiene como protagonista a un conductor de motocicleta de más de 35 años. El 84% de los accidentes se deben a una colisión con otro vehículo, el 12% a caídas y el 4% a choques con objetos fijos. La lluvia no es un factor determinante. En el 84% de los casos la calzada estaba seca y sólo en el 12% de los accidentes analizados se apreció que había tierra en el suelo. La hora de mayor frecuencia de accidentes es la que coincide con la vuelta a casa tras la jornada laboral: entre las 17.00 y las 21.00.

Pedragosa resaltó que la conducción bajo los efectos del cansancio ha empezado a ser condenada socialmente hace muy poco, al igual que conducir bajo los efectos del alcohol. No ocurre lo mismo, añadió, con la velocidad, para la que no parece haber condena social.

Casi la mitad de los accidentes se producen con poco tráfico (44%) y los scooters son el tipo de moto que más se ve implicada en ellos (52%). El causante del accidente es también en el 52% de los casos el propio conductor de la moto, que en el 58% de las veces tiene menos de 21 años y menos de 25 en el 79%. Las conclusiones, aun provisionales, apuntan a que en el 95% de los casos el factor humano es el causante del accidente, mientras que sólo el 4% es imputable al estado de la vía y en el 1% restante hay que atribuir la causa a la situación del vehículo.

Pedragosa resaltó la importancia de la protección en el resultado de los accidentes. Según el estudio, en Barcelona se usa el casco en un porcentaje que alcanza hasta el 98%, aunque sólo en el 90% de los casos el motorista lo llevaba abrochado. Un 10% de los conductores de moto utiliza un casco inadecuado: en un 5% porque es demasiado grande y en el mismo porcentaje por ser demasiado pequeño. El casco más frecuente (50%) es el integral con la cara tapada.

Mucho menor es el porcentaje de los que usan otros sistemas de protección igualmente recomendables, en opinión de Pedragosa: los guantes sólo son utilizados por el 30% de los motoristas; los que se protegen adecuadamente el torso apenas suman el 12% y las piernas y las botas sólo las emplean el 3% de los conductores.

Los catalanes tienen un sistema de conducción similar al del conjunto de España y diferente a otros países de la UE, con una característica: cuando la accidentalidad baja en toda España, también lo hace en Cataluña y lo mismo cuando aumenta, pero en ambos casos en Cataluña se da un aumento o un descenso más pronunciado.

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