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Reportaje:

Los insumisos del lunes

Un grupo de pasajeros de Renfe protesta no pagando por el servicio

'Usted paga para que le lleven, no para ir sentado'. Ésta es la respuesta modelo de los revisores de Renfe a las continuas quejas de los sufridos usuarios de la línea Portbou-Barcelona. No es extraño que las aglomeraciones, los retrasos y la insensibilidad ante las reclamaciones hayan llevado a la revuelta a los usuarios del convoy que a las 7.26 parte de Girona hacia Barcelona, que han decidido subir al tren sin pagar su billete un día a la semana, generalmente los lunes, hasta que la compañía atienda sus reclamaciones. Renfe admite tener conocimiento la existencia de 'un grupo de usuarios descontentos en Girona', a quienes recomienda utilizar 'los canales abiertos para encauzar las reclamaciones'.

Algunos usuarios guardan un auténtico memorial de agravios, pero han colmado el vaso de la paciencia en agosto. El lunes 20 de agosto el tren de las 7.26 ni siquiera apareció. No hubo explicaciones ni disculpas. El siguiente lunes, en un trayecto de vuelta desde Barcelona, se produjo el amotinamiento de los pasajeros, hacinados en un convoy insuficiente, que accionaron el freno de emergencia reclamando más vagones. El miércoles 29 el primer tren de la mañana dejó a los pasajeros en Mollet, aunque les devolvió el importe del billete. Los pasajeros también consideran impresentable que Renfe afronte el overbooking cambiando los expresos, más amplios y cómodos, por los regionales, de mayor capacidad, sin reducir el importe del billete. Los usuarios, por el contrario, no pueden subir en un expreso con billete de regional.

Ante el escaso efecto de las protestas que individualmente realizan algunos pasajeros, los usuarios habituales de la línea se han organizado y han decidido pasar a la acción, capitaneados por los llamados botifarrers -veteranos de esta línea que matan el tiempo del trayecto con este juego de naipes-, que se encargan de colgar carteles en la estación para extender la protesta. El jueves 30 de agosto fue la primera jornada de insumisión. El revisor amenazó con llamar a la policía y lanzó a los pasajeros frases como: 'yo jamás llegaría a este extremo' y 'esto es una falta de respeto hacia mi trabajo'. El lunes 3 de septiembre se produjo la segunda jornada de insumisión sin mayores incidentes. La próxima ha quedado fijada para el miércoles día 12.

Renfe reconoce que en agosto ha ofrecido un servicio de peor calidad, lo que atribuye a la renovación de la vía y a la necesidad de que los trenes regionales asumieran parte del pasaje de cercanías, y no desvela qué actitud que tomará ante los insumisos de los lunes.

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