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La agencia decía gestionar 59.000 millones cuando negoció su venta

Gescartera negoció su venta con seis grandes grupos bancarios en el mes de mayo, cuando la CNMV ya había iniciado sus investigaciones. En dichas negociaciones, en las que el cantante Jaime Morey actuó de primer contacto, la agencia aseguraba gestionar 59.000 millones, de los que sólo 14.000 correspondían a gestión de carteras, según informa el diario Cinco Días en su edición de hoy.

Un sencillo folleto de una página era toda la información que Gescartera daba a los candidatos a comprar la agencia de valores. En él se aseguraba que Gescartera movía un patrimonio total de 59.000 millones de pesetas. También figuraba una cuenta de pérdidas y ganancias en la que un único y oscuro concepto ("retromisión de comisiones de intermediación") acaparaba la totalidad de los ingresos, 160 millones.

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El precio de Gescartera era de 4.000 millones, rebajable a 3.000. Pero si el comprador quería más información, debía pagar en concepto de señal 1.000 millones, que perdería si al final no se cerraba la operación. Hay 40.000 millones de diferencia entre lo que Gescartera aseguraba gestionar y el máximo de 20.000 millones que barajan fuentes jurídicas. La CNMV, por su parte, ha recibido hasta el momento reclamaciones de fondos por 12.787 millones.

Dinero negro

Diversas fuentes del mercado han confirmado a Cinco Días que Gescartera captaba dinero para gestionarlo fuera de los circuitos oficiales (sin reflejarlo en las cuentas ni comunicarlo a las autoridades), lo que podría explicar dicha diferencia. Es más, en la información que Gescartera proporcionaba a los posibles compradores sólo figuraban 14.000 millones como activos de carteras gestionadas.

Había otros 15.000 millones en depósitos (pese a que Gescartera no estaba autorizada a ofrecer este tipo de ahorro), 26.000 en activos no especificados y más de 4.000 en varios. En total, casi 60.000 millones de pesetas, de los que la mayor parte podría ser dinero negro. De hecho, tal y como declaró una empleada de Gescartera en la Audiencia, algunos clientes depositaban fondos mediante cheques al portador.

En el mercado se suele pagar por una agencia de valores entre el 4% y el 8% de los activos gestionados, y de ahí que Gescartera pidiese 4.000 millones, aunque la operación podía haberse cerrado en 3.000. Los bancos, no obstante, se echaron atrás al ver cómo Antonio Camacho pedía 1.000 millones a fondo perdido. En los intentos por vender Gescartera participó Jaime Morey, después de que Luis Ramallo, en calidad de notario, contactase con alguno de los posibles interesados.

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