La ampliación del Museo Thyssen obliga a reestructurar dos edificios protegidos

Los tres grupos municipales, PP, PSOE e IU, votarán hoy a favor en el pleno municipal a los trabajos de ampliación del Museo Thyssen-Bornemisza, a pesar de que esas obras implican una drástica actuación sobre dos edificios con los niveles máximos de protección, el palacio Goyeneche, en Marqués de Cubas, 19, y el bloque colindante, en el número 21 de la misma calle. La anexión de esos inmuebles al palacio de Villahermosa añadirá 8.300 metros cuadrados a los 16.000 que tienen las actuales instalaciones. La adquisición de los inmuebles y las obras previstas supondrán un desembolso global de 6.000 millones. Las nuevas dependencias permitirán la exhibición de la colección particular de la baronesa Carmen Thyssen, compuesta por 800 obras y que cedió gratuitamente en 1999 al Museo Thyssen por 10 años.

Uno de los edificios, el situado en el número 21 de la calle Marqués de Cubas, tiene zonas comunes con el palacio de Villahermosa, lo que facilita la comunicación entre los tres edificios, que tienen, además, fachada al jardín por el que acceden los 800.000 visitantes que visitan anualmente la pinacoteca. Pero, a pesar de esas características, las obras de acondicionamiento de los edificios van a modificar incluso los forjados de los inmuebles, para situarlos al mismo nivel que los de la actual sede. Para ello es necesaria la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, ya que en el mismo los dos edificios cuentan con una protección de nivel 1, grados singular e integral. Ambos están calificados además para uso residencial. La propuesta que llega hoy al pleno rebaja la protección a parcial y cambia el uso de los inmuebles a dotacional público.

Para justificar la reestructuración total a la que van a ser sometidos los inmuebles, los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo reflexionan sobre las condiciones más idóneas para que se expongan las obras.

Colecciones independientes

Los técnicos apuntan que, al ser dos colecciones independientes, una primera posibilidad sería respetar 'las características de cada una, manteniendo su individualidad'. 'Así se podría mantener la colección Thyssen-Bornemisza en el edificio actual y utilizar los colindantes para la nueva colección Carmen Thyssen, con lo que sólo sería necesario realizar obras de envergadura en los de Marqués de Cubas, uniéndolos con el museo en determinados puntos para facilitar la conexión'. Sin embargo, dado el carácter complementario de ambas colecciones, la mejor propuesta sería la integración total, reorganizando la colección actual para acoger los nuevos cuadros', afirman los técnicos.

'El único inconveniente', prosigue el informe de Gerencia de Urbanismo, 'es que la exhibición de los fondos de esta última manera hace necesario acometer obras de tal envergadura que afectan a la totalidad de las superficies interiores de los edificios de Marqués de Cubas, siendo necesaria la reestructuración total, lo que choca frontalmente con la normativa vigente'. 'La excepcionalidad, singularidad e importancia de la actuación creemos que justifica la modificación que se propone', concluye el informe. La exposición de las dos colecciones integradas como una sola afectó también al concurso público convocado por el Ministerio de Educación y Cultura para diseñar los nuevos espacios. El concurso se declaró desierto en una primera convocatoria tras modificarse las bases para introducir el criterio de una sola colección en lugar de dos autónomas como se pensó en un principio.

Tanto el PSOE como IU, contrarios a que se reestructuren edificios protegidos, han decidido apoyar la medida. 'Es una pena, perdemos patrimonio, pero el valor que tiene el Museo Thyssen para la ciudad justifica esa actuación urbanística', explica la edil socialista Matilde Fernández. IU decidió su apoyo tras una reunión con el gerente del museo esta semana.