EMILE VUELVE A ALEMANIA A MORIR
Muy frágil y ya bastante ausente a sus 94 años, Emile Schindler, viuda de Oskar Schindler -inmortalizado en la película de Steven Spielberg como el industrial de origen alemán que salvó a 1.300 judíos del holocausto-, ha regresado a Alemania, después de vivir 51 años en Argentina. Su amiga y biógrafa, Erika Rosenberg, titubeó ayer un instante antes de explicar en una rueda de prensa en Berlín el porqué de esta decisión: 'Viene a morirse'. Muy sola en Argentina en los últimos tiempos, Emile había sentido cada vez más añoranza del idioma y la cultura alemanes, ese mismo entorno que la pareja perdió en 1949 como desplazados alemanes de los Sudetes. Tras varios negocios fallidos y muchos líos de faldas, Oskar Schindler abandonó a su esposa en Argentina en 1955. 'Fue un haragán', dijo alguna vez Emile, quien desde la muerte de quien fue su esposo ha vivido con una pensión equivalente a 216.000 pesetas. Ayudada por unos incondicionales, la viuda del héroe alemán busca estos días una residencia de ancianos por su tierra natal. Gracias seguramente a la película sobre Oskar Schindler, ese mismo país que tardó 56 años en indemnizar a los trabajadores esclavos del nazismo, ahora al menos está dispuesto a atender a su viuda. Cuatro Estados federados se han ofrecido a acoger a esta anciana de mirada perdida en un pasado en el que ella, por su cuenta y riesgo, también salvó a 320 judíos. 'Emile es mucho más que la mujer que estuvo detrás de Schindler', recordó ayer Erika Rosenberg.
