Un prodigio en la estela de Kaspárov

Además de petróleo, Bakú produce grandes talentos del ajedrez. La capital de Azerbaiyán fue la cuna de Gari Kaspárov en 1963, y la de Teimur Radyábov hace 14 años. Éste prodigio acaba de lograr el título de gran maestro, una categoría similar al cinturón negro en yudo. Entre quienes lograron esa distinción a una edad similar, sólo tres son ahora adultos: el legendario estadounidense Bobby Fischer fue campeón del mundo en 1972; la húngara Judit Polgar es la mejor jugadora de la historia; y su compatriota Peter Leko ocupa, por ahora, el 5º puesto del escalafón.

No está claro aún si Radyábov, quien cumplió 14 años el pasado día 12, es el gran maestro más joven de todos los tiempos. La Federación Internacional (FIDE) le ha concedido el título en su reunión de Cannes, el pasado fin de semana, pero no ha emitido ningún comunicado para aclarar si el azerí ha batido la marca del chino Xiangzhi Bu, quien lo consiguió poco días antes de cumplir los 14 años, en 1999. La duda estriba en si la FIDE considera que los resultados de Radyábov en los torneos de Budapest (1º) y Wijk aan Zee (2º) fueron suficientes para ser gran maestro o si tuvo que añadir el éxito de la semana pasada en Alushta (Ucrania), donde compartió el primer puesto.

En todo caso, el juego mostrado por Radyábov desde 1996 impresiona tanto o más que el exhibido por el ucranio Ruslan Ponomáriov (ahora tiene 17 años) y el francés Etienne Bacrot (18). Ambos, junto a Fischer, Judit Polgar, Leko y Bu fueron los antecesores de Radyábov en lograr el máximo título hacia los 14 años. Aunque casi todos sus rivales en Alushta son poco conocidos, no caben sospechas sobre la veracidad de su hazaña.

Kaspárov, Anatoli Kárpov, Vladímir Krámnik y Víktor Korchnói, quien perdió ante Radyábov en una exhibición de simultáneas, son algunos de los personajes ilustres que han alabado el juego del azerí, siete veces campeón de Europa o del Mundo desde los nueve años. Tras ganar el Mundial sub-12 de 1998, en Marina D’Or (Castellón), como si estuviera entrenándose, saltó de golpe a sub-18 y logró resultados asombrosos frente a rivales que le superaban en cuatro o cinco años de edad: campeón de Europa y 4º en el Mundial tras ser el líder hasta la penúltima ronda.

Lo que más impresiona de Radyábov ante el tablero es su serenidad y el dominio de la estrategia, algo muy poco frecuente a una edad en la que el juego táctico suele imperar. Sus entrenadores, Fukret Sideifzade y Faik Gasánov, también trabajaron en su día con Kaspárov: “Teimur es mucho más modesto y tranquilo que Kaspárov”, dijeron a dúo a este diario hace dos años. “De hecho, espero que su estilo sea pronto más agresivo. Ahora arriesga muy poco por la necesidad de triunfos y la presión que sufre. El presidente de Azerbaiyán [Héidar Alíyev, quien también ayudó políticamente a Kaspárov hace 20 años, cuando era miembro del Politburó en la URSS y presidente del KGB en Azerbaiyán] sigue personalmente sus actuaciones”, añadió Sideifzade.

Teimur no va al colegio, excepto para superar sin problemas los exámenes: “Ir sería una pérdida de tiempo y un aburrimiento para él, porque su nivel es muy superior al de los niños de su edad. El contacto con ellos lo consigue jugando al fútbol con frecuencia. También le gustan la música y el dibujo. Antes, los grandes maestros de ajedrez soviéticos estaban casi obligados a estudiar una carrera que nunca ejercían. Teimur tiene resuelto su futuro con el ajedrez si se lo toma en serio”, agregó Gasánov.

Y tan en serio. Se entrena cuatro o cinco horas diarias, además de la preparación física. Su padre es ingeniero petrolífero; su madre, traductora de inglés. Él se expresa bien en este idioma, y es trilingüe. Bastante simpático, suele hablar bien de sus rivales, y es autocrítico. Además del apoyo del presidente Alíyev y del Comité Olímpico de Azerbaiyán, recibe la ayuda financiera de las más importantes compañías petrolíferas. Es oro blanquinegro.

LA PARTIDA DEL DÍA

COMENTARIOS TÉCNICOS: LEONTXO GARCÍA

Blancas: Radyábov. Negras: Arbákov.

Una producción típica de Radyábov. No muy espectacular, pero implacable. Y sólo tiene 14 años.

1 d4 Cf6 2 c4 c5 3 d5 e6 4 Cc3 exd5 5 cxd5 d6 6 e4 g6 7 f3 Ag7 8 Ag5 h6 9 Ae3 a6 10 a4 Cbd7 11 Ch3 Ce5 12 Cf2 0-0 13 Ae2 h5 14 0-0 Tb8 15 h3 Ch7 16 f4 Cd7 17 Ad3 Te8 (Todo esto es normal. Radyábov demuestra ahora que conoce bien los entresijos de la posición) 18 e5 c4 (Después de 18 ..dxe5 19 f5, las negras tendrían que devolver el peón con 19 ..e4 para evitar el bloqueo en esa casilla, y tras 20 fxg6 fxg6 21 Cfxe4, las blancas gozarían de una excelente posición) 19 Axc4 dxe5 20 d6 exf4 21 Axf4 Ce5 22 Ab3 Ae6 23 Cd5 Rh8 24 Cc7 Axb3 25 Dxb3 Tf8 26 Tad1 Dd7 27 Ce4 Dc6 28 Dd5 (Se podía jugar más agresivo, pero esto es impecable: Radyábov explota ahora el peligro de su peón pasado) 28 ..Dxd5 29 Cxd5 Cd7 30 b4 Tfe8 31 Cc5 Chf8 32 Ag5 f5 33 Tfe1 Te5 34 Ae7 Rg8 (No era suficiente 34 ..Txe1+ 35 Txe1 Cxc5 36 bxc5 Ad4+ 37 Rf1 Cd7 -si 37 ..Axc5 38 Af6+ Rg8 39 Te7, ganando- 38 Ag5, y la entrada de la torre en la séptima fila, combinada con Cf4, es decisiva) 35 Axf8 Cxf8 36 Txe5 Axe5 37 d7 Rf7 38 Cb6 Af6 39 Cc8, y Arbákov se rindió.