Los costes económicos y ecológicos del agua desalada
La necesidad de reducir costes para obtener agua potable barata ha forzado a las industrias españolas a experimentar con distintos sistemas de desalación hasta conseguir agua a un precio competitivo para cultivos agrícolas intensivos en Murcia, Canarias o Almería, aunque todavía supera en unas 20 pesetas el coste por metro cúbico frente al agua trasvasada, según expertos del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex).
En los años setenta, el metro cúbico de agua desalada salía a 350 pesetas. Sólo los países productores de petróleo del Golfo podían permitirse el lujo de producir agua potable como si fuera aguardiente: destilando agua marina con alambiques gigantescos. El combustible para calentarla les salía gratis. Hoy día, sólo los Emiratos Árabes del Golfo y Arabia Saudí siguen utilizando ese procedimiento, conocido técnicamente como MSF (multi stage flash destilation). José Antonio Medina San Juan, jefe del Servicio de Desalación del Cedex, señala: 'Hoy por hoy, el que diga que le sale más barato, o no incluye todos los costes o no dice la verdad'.
Los dos archipiélagos sobreviven gracias a la desalación de agua marina. Ni Canarias ni Baleares podrían sostener a su población y al turismo que reciben con sus propios recursos.
En el documento que el Cedex preparó para el Plan Hidrológico, el coste íntegro del agua desalada varía entre 134 y 109 pesetas. Afirma que la desalación de 1.000 hectómetros cúbicos (similar al trasvase) emitiría entre 1.615.000 y cinco millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, debido a la combustión de energías fósiles. 'No cabe, desde el punto de vista meramente económico, y sin entrar en consideraciones ambientales, plantear la desalación como alternativa real comparable a las transferencias intercuencas', dice en sus conclusiones.
Para que el agua sea potable no debe contener más de 1 gramo de sales por litro. Algunos cultivos admiten hasta 2 gramos (los tomates). La salinidad del Mediterráneo alcanza los 37 gramos, mientras la del Mar Negro supera los 200.