UNA AYUDITA PARA LOS CIENTÍFICOS RUSOS
Los nuevos multimillonarios rusos parece que por fin han decidido recuperar las tradiciones de filantropismo que había en los tiempos zaristas. Hace días aparecieron juntos en un acto de beneficencia el rey del aluminio ruso, Oleg Deripaska, el magnate Román Abramóvich, que controla la petrolera Sibneft y quien cambió su escaño de diputado por el puesto de gobernador de Chukotka, y el banquero Alexandr Mamut, hombre cercano al ex presidente Borís Yeltsin. Los jóvenes oligarcas decidieron donar más de 160 millones de pesetas a científicos. Mamut explicó la donación diciendo que 'apoyando a la ciencia los empresarios muestran su responsabilidad social'. El dinero no fue otorgado en forma de becas para determinados proyectos, sino que fue repartido entre 210 personas por méritos pasados. Así, los nuevos filántropos quisieron ayudar concretamente a los científicos, que cobran sueldos míseros y que a menudo se ven obligados a abandonar sus investigaciones y buscar otro trabajo para poder alimentar a sus familias. Antes de este trío sólo un multimillonario daba dinero para la ciencia: Lev Chernói financia desde hace años parte de los trabajos del Instituto de Investigaciones de Novosibirsk.-
