Recoba: 'No soy un bandido'
Cada día que pasa, casi cuatro millones de pesetas ingresan en la cuenta corriente del uruguayo Álvaro Recoba. Sin embargo, ni todo el oro del mundo ha salvado al futbolista mejor pagado del planeta (1.400 millones anuales) de acudir a los tribunales por el caso de los pasaportes falsos. Sólo unas semanas después de renovar su contrato con el Inter el pasado diciembre, la fiscalía de Udine le reclamó para declarar sobre la presunta irregularidad de su nacionalidad italiana y le confiscaron el pasaporte.
Ahora, una vez que ha conseguido un nuevo visado que le permite jugar con licencia de extracomunitario, puede por fin sacar la cabeza. 'Dejando aparte la parte judicial', señaló ayer el delantero en Vitoria, 'se dijeron muchas cosas que no eran ciertas. Me fastidiaba no poder contestar y tener que taparme la boca. La gente que me conoce sabe que no soy un prófugo ni un bandido. Yo traté de estar tranquilo. Lo mejor para tratar de callar a quienes hablan mal de mí es demostrar cómo juego en la cancha'.
El Chino, como se le apoda, reivindicó el jueves su auténtica faceta, la de futbolista, con dos goles en el partido contra el Alavés (3-3). 'Hacía tanto que no disfrutaba jugando... Por desgracia', comentó, 'cada vez que se hablaba de mí se referían a otras cosas. Pero tengo que asumirlo'. El Inter continúa concentrado hasta hoy en el parador de Argómaniz, en las afueras de Vitoria, para aislarse del ruido que siempre le rodea.
A sus problemas judiciales, se ha unido en las últimas semanas su suplencia en el Inter y las críticas que le han llegado por la relación minutos-sueldo. Recoba, de 24 años, admitió que se halla en un club caótico. 'Pero no soy psicólogo', se defendió. Aunque negó que su equipo juegue a un estilo defensivo, admitió sus preferencias: 'Me gusta el fútbol español porque es mucho más abierto. Los equipos se abren y les gusta el buen fútbol. ¿Cómo no me vendría a España? Pero por ahora no'. El jugador asegura que hace meses se interesaron por él el Barcelona y el Real Madrid. 'Quién dice que no vaya allí dentro de unos años. Pero ahora estoy en el Inter'.
