Exposición e ideología
Ante la carta del asesor de la exposición Sagasta y el liberalismo, publicada el sábado 27, he de manifestar que los juicios expresados en mi artículo La infracción al orden no son en modo alguno acusaciones gratuitas. Para empezar, resulta innegable que las imágenes ofrecidas de la guerra del 98 con Estados Unidos son las que yo indiqué y en nada sugieren una derrota. Segundo, no hay en la exposición imagen alguna de la paz de París, y si es cierto que en una vitrina puede verse la primera página, perfectamente anodina, del tratado, la acompañan unas ilustraciones, pero del asesinato de Cánovas, con lo cual se introduce una asociación inaceptable entre lo uno y lo otro. Por supuesto, tampoco hay guerra de independencia de Cuba 95-98, que empezó y terminó con Sagasta en el Gobierno. Y es difícil llamar explicación del pañito con las ikurriñas a la alusión a Sabino Arana como 'católico y soberanista' (sic). Yo creía que había escrito Bizkaya por su independencia y que era racista e integrista. Así que la mención citada podrá ser del gusto de Arzalluz 2001, pero de nuevo supone una penosa edulcoración. En fin, el visitante avisado juzgará dónde está el rigor y dónde la voluntad de encubrir en lo posible los aspectos incómodos de la historia.-