Alcalá conmemora con música y teatro el aniversario de Manuel Azaña
Manuel Azaña nació el 10 de enero de 1880 en Alcalá, en una casa de dos plantas de la calle de la Imagen, enfrente de donde vio la luz Cervantes. Sin salir del barrio donde jugó el pequeño Manuel, el Ayuntamiento complutense evocará durante los próximos días la figura del que fue presidente de la II República y la dura época que le tocó vivir, la guerra civil. José Luis Gómez se meterá este fin de semana en su piel, trasladando desde el teatro de La Abadía al alcalaíno Salón Cervantes Azaña, una pasión española, un intenso monólogo basado en textos del político.
El programa de estas jornadas en torno a Manuel Azaña comienza hoy con un concierto del cantautor Paco Ibáñez, quien colgó el cartel de no hay entradas hace más de una semana. Sí quedan aún para el retrato que compone José Luis Gómez de Azaña a partir de sus cartas, sus discursos y las confesiones de su diario, 'con la modestísima pretensión de que los jóvenes descubran a una de las personalidades más extraordinarias de nuestro país'. Solo sobre las tablas, con una escenografía mínima, con el objetivo 'de no trivializar la importancia de sus palabras', Gómez construye a Azaña alrededor de tres ejes temporales: un autorretrato parcial a través de algunos textos en los que perfila su personaje público; la reflexión sobre la España en la que vivió y la meditación sobre el arte y el paisaje españoles.
Sin olvidar, pero tolerantes
Gómez montó este espectáculo en 1986. Le incitó a ello su anterior puesta en escena de un texto que Azaña escribió en 1937, La velada de Benicarló. El pasado octubre, tras revisarlo, lo volvió a representar en La Abadía. Ayer anunció que lo hará con regularidad: 'No hay que olvidar. Sí reconciliarse, implantar la tolerancia y la comprensión'.
Lo mismo opina la edil de Cultura, Pilar Fernández (IU), quizás por ello ha programado, con entrada libre, tres películas que transcurren durante la guerra civil: ¡Ay, Carmela!, de Saura (31 de enero, 21.00), Las bicicletas son para el verano, de Chávarri, (1 de febrero, 18.30), y Tierra y libertad, de Loach (31 de enero, 18.30). La exposición Voluntarios de la libertad recreará también el papel de los brigadistas internacionales.
La compañía Laví e Bel combatirá el olvido con Cabaret Caracol, una obra que tiene su origen en el hallazgo de una filmación realizada en el Madrid sitiado, el extracto de un cabaret de la época, a medio camino entre la tradición y la vanguardia, que sube juntos a las tablas a Hitler, Mussolini y Franco. Cerrará el ciclo el cantautor José Antonio Labordeta.
Azaña, una pasión española, días 27 y 28. Cabaret Caracol, días 2 y 3. Labordeta, el día 4. 20.00. Teatro Salón Cervantes, Cervantes, s/n. Desde 1.400 pesetas. Voluntarios de la libertad, Casa de la Entrevista, hasta el 25 de febrero, San Juan 1, gratis; lunes, cerrado.
