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GENTE

GUERRA CONTRA LA CERVEZA EN RUSIA

Rusia ha vivido varias campañas contra las bebidas alcohólicas, y todas han terminado en sonados fracasos. La última fue la lanzada en la segunda mitad de los ochenta por Mijaíl Gorbachov e Ígor Ligachov, con consecuencias funestas para la industria vinícola de la URSS. Ahora, el Ministerio de Salud quiere emular a los dirigentes soviéticos: Guennadi Onishchenko, viceministro del ramo, ha decidido declararle la guerra a la cerveza. Esta bebida ha tenido un auténtico boom en Rusia en los últimos años, al comienzo con el apoyo oficial como una manera de conseguir que los rusos consumieran menos vodka. Pero las cosas no han salido como fueron planeadas. 'A los 14 litros de alcohol que anualmente se consume per cápita, ahora se le ha agregado un mar de cerveza', comenta Onishchenko, quien propone prohibir la publicidad de la cerveza en la televisión y legislar para que se la defina como una bebida alcohólica, ya que la ley rusa no la considera tal. Los empresarios relacionados con la producción y venta de la cerveza han puesto el grito en el cielo y acusado al viceministro de incompetencia e incluso de querer aplicar una política antiestatal. Pero la alarma dada por Onishchenko es, a todas luces, exagerada. Si bien es cierto que a muchos rusos les gusta mezclar la vodka con la cerveza -yorsh (pelo de erizo) le llaman a esta combinación que emborracha rápidamente-, el consumo de esta bebida -unos 30 litros por persona al año- es aún muy inferior al de Estados Unidos y al de la mayoría de los países europeos.-

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