El Tribunal de la Competencia sigue dividido sobre la fusión Iberdrola-Endesa

La resolución del expediente de concentración 60/00, que dirime sobre la fusión entre Endesa e Iberdrola, se complica. Ayer los nueve miembros del máximo órgano del TDC -el presidente y ocho vocales- mantuvieron un intenso debate, con más de 10 horas de discusión.

Las posturas están muy divididas. Según fuentes cercanas al tribunal, tres vocales mantienen una postura contraria a autorizar la fusión; otro se muestra reticente porque considera que las condiciones de desinversión de activos presentadas por ambas eléctricas no son suficientes; otros dos son partidarios de autorizarla con fuertes condiciones, mientras que los dos restantes la apoyan. La postura del presidente del TDC, Gonzalo Solana, que puede resultar decisiva, es, por ahora, una incógnita.

Una de las principales cuestiones que están dificultando las deliberaciones es si la documentación aportada por Endesa e Iberdrola es lo suficientemente detallada en lo que se refiere a planes de desinversión.

Públicamente, ambas eléctricas -que poseen actualmente una cuota superior al 80% en generación y distribución- sólo han reconocido que venderán 15.000 megawatios de potencia instalada, el 40% de sus activos de generación, y redes que abastecen a más de cuatro millones de clientes, manteniendo el 61% de la distribución y el 50% en la comercialización.

La línea de argumentación de las distintas alegaciones presentadas en el expediente van dirigidas precisamente en ese sentido. En particular, Repsol-YPF y su participada Gas Natural piden que se detalle pormenorizadamente la lista de los activos de los que está dispuesta a desprenderse la nueva empresa que resulte de la fusión.

La petrolera entiende que Endesa e Iberdrola han utilizado una estrategia de ambigüedad calculada sobre sus futuras desinversiones, para intentar esconder que tras la fusión tendrán un dominio casi incontestable de los mercados de generación y, más aun, de distribución y comercialización.

Las alegaciones de Repsol, y las de otras partes personadas, como la norteamericana Enron, concluyen que sólo con cuotas de mercado de alrededor del 20% se puede evitar una situación de monopolio de facto.

Esta restricción equivale en la práctica a la inviabilidad de la fusión, como ya reconocieron los responsables de Endesa e Iberdrola cuando la Comisión Nacional de la Energía hizo público su informe el pasado mes de diciembre.

El TDC no quiere que esta disputa entre los protagonistas del sector energético español contamine sus deliberaciones.

Fuentes de este organismo negaron ayer con rotundidad que algún miembro del tribunal haya recibido presiones por parte del Gobierno o de algunas de las empresas afectadas por el expediente. El desmentido hacía referencia en concreto a un 'requerimiento' que, pretendidamente, realizó Repsol YPF la pasada semana hacia el tribunal, y que la petrolera negó también.

Endesa e Iberdrola se defienden afirmando que las exigencias de reducción de cuota de mercado deberían aplicarse a todos por igual, y que en el fondo de esas alegaciones subyace un proyecto de concentración mucho mayor, el del afán de Repsol-Gas Natural por hacerse con Iberdrola.

Así las cosas, el TDC se limitó ayer a comunicar que cumplirá con la ley entregando el dictamen no vinculante antes del próximo miércoles, día 10, al Ministerio de Economía para que, posteriormente, presente su propuesta definitiva al Consejo de Ministros.

El dictamen se votará seguramente el día antes, en el pleno ordinario que el TDC celebra todos los martes. No obstante, no se descarta que el lunes día 8 el pleno vuelva a reunirse con carácter extraordinario.

A partir de entonces, el Gobierno tiene un mes para adoptar una decisión definitiva, que puede ser efectiva en el Consejo de Ministros del día 9.