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Los desechos cárnicos de riesgo se incinerarán en la planta de Las Dehesas

La Comunidad da cumplimiento a la normativa comunitaria para hacer frente a la enfermedad de las 'vacas locas'

Los desechos de los animales muertos en explotaciones ganaderas y mataderos de la Comunidad serán eliminados de forma provisional en el centro de tratamiento de residuos urbanos Las Dehesas, propiedad del Ayuntamiento de Madrid. Con este movimiento, el Gobierno regional busca ajustarse al plan decretado por la Unión Europea contra la encefalopatía espongiforme bovina (mal de las vacas locas).

Destrucción inevitable

El centro de tratamiento de residuos urbanos de Las Dehesas ha sido elegido por la Comunidad de Madrid porque reúne las condiciones de respeto al medioambiente exigidas por la Unión Europea (UE) para eliminar los animales muertos en explotaciones ganaderas y mataderos. Los desechos de las especies bovina, caprina y ovina han sido clasificados como material de riesgo tras detectarse dos casos de vacas locas en Galicia. Deben destruirse, pero en condiciones de temperatura y presión determinadas. Y Las Dehesas, según indicó ayer el Gobierno regional a través de un comunicado, dispone de un horno crematorio -con capacidad para destruir 600 kilos cada hora- adecuado, porque depura los gases y controla las emisiones.El permiso sólo tendrá validez, sin embargo, para seis meses, que es el mismo plazo del convenio de colaboración que, en los próximos días, suscribirán la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para la financiación del plan de prevención de la enfermedad.

Este plazo es necesario, según el Gobierno regional, para que el sector ganadero disponga de tiempo razonable para hacer frente a las nuevas exigencias de seguridad. Después serán unas instalaciones específicas las encargadas de eliminar los residuos animales. Mientras tanto, los técnicos de la Dirección General de Agricultura supervisarán el traslado de los animales a la planta de Las Dehesas.

El reglamento comunitario sobre el tratamiento de este material de riesgo, aprobado por la UE el 24 de noviembre pasado, estipula, como prevención, la destrucción de los desechos de cualquier animal de especie bovina, caprina u ovina que muera en una explotación ganadera. El Gobierno español asumió, un mes más tarde, la legislación. El plan para la destrucción de los desechos animales estará dotado el primer año con 14.500 millones de pesetas, que se repartirán en partes iguales entre la Administración central, las comunidades autónomas y el sector privado.La eliminación del material específico de riesgo -que incluye cerebro, ojos, bazo e intestinos de los rumiantes- es sólo una parte de una larga lista elaborada por la UE para prevenir la enfermedad de las vacas locas. Todas las vacas gallegas de más de 30 meses deberán pasar una prueba especial. Además, las harinas con restos de rumiantes se prohibirán antes de julio. Para incinerarlas, la patronal cementera, Oficemen, negocia con los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente destruir las harinas cárnicas en sus instalaciones.

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