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Descubiertos 18 colegios privados y 10 institutos que han inflado las notas.

Los plazos

El consejero de Educación, Gustavo Villapalos, ya avisó el pasado abril de sus sospechas de que algunos centros estaban inflando las notas de sus alumnos para que éstos pudieran acceder a la Universidad de forma ventajosa. Las sospechas se han confirmado: la inspección educativa ha descubierto 28 centros de educación secundaria en los que el 50% de sus alumnos llegó el curso pasado a la selectividad con un expediente académico superior en tres puntos a la nota que luego obtuvieron en las pruebas, según explicó ayer el viceconsejero de Educación, Juan Carlos Doadrio. Lo más inesperado: 10 de esos centros son institutos de titularidad pública."Si hubieran sido todos privados estaríamos en la tesis de siempre, que son los privados los que inflan las notas para captar clientes, pero es que casi la mitad son públicos..., y eso es muchísimo", señaló ayer Doadrio, tras revelar estos datos, y confesó ser el "primer sorprendido". El viceconsejero dijo que habrá que esperar a finales de febrero, cuando los inspectores educativos hayan realizado un informe en todos y cada uno de los centros, para conocer las causas de que en ellos se haya producido una disparidad tan grande entre el expediente académico de los jóvenes y la nota que luego obtuvieron en las pruebas de acceso a la Universidad.

Un plazo de dos años El viceconsejero (que dijo que los datos responden a un estudio elaborado por la inspección con datos facilitados por los vicerrectores de las universidades) aseguró que además de enviar la inspección a estos 28 centros y se comprometió a erradicar la práctica en dos años. "En ese tiempo espero haber reconducido el problema y si no habrá una actuación fuerte contra los centros donde se sigua produciendo estas diferencias, incluso contra el equipo directivo", dijo. El consejero de Educación Gustavo Villapalos abrió la caja de los truenos el pasado mes de abril cuando tras una pregunta realizada por la diputada socialista Dolores Rodríguez Gabucio reconoció la existencia de un grupo de centros "que habitualmente suben la nota o tienen una nota que habitualmente se desvía mucho de la media". Llegó incluso a decir que la lista de los centros que realizaban estas prácticas era vox populi y que los profesores que corrigen las pruebas de selectividad lo hacen con "especial cuidado" cuando se trata de alumnos de estos centros.

Doadrio se resistió a pensar que la decena de centros públicos descubiertos "inflen las notas sin más para quitarse de en medio a ciertos alumnos" e intentó buscar una causa adicional que le permita explicar este hecho: que en estos institutos no preparen específicamente para la prueba de selectividad mediante modelos de exámenes, con lo que el rendimiento bajaría considerablemente en la prueba. "Pero la causa es un misterio y no creo que sea la misma en todos los centros. Intuyo que tiene que ver con el modelo educativo", dijo.

El hecho es especialmente relevante, ya que desde el curso pasado -y tras el nuevo decreto del ministerio para regular las pruebas de acceso a la Universidad- la nota media que obtienen los alumnos en bachillerato representa un 60% frente a la calificación de las pruebas de selectividad, que sólo puntúa un 40%. Con la media obtenida sumando ambos parámetros se logra la nota que permite o imposibilita el acceso a determinadas carreras.

Educación enviará a sus inspectores a los centros que inflaron las notas

Tras esta comparecencia, la Consejería de Educación creó mediante una orden, como contempla el real decreto que regula la nueva selectividad, la comisión organizadora de estas pruebas. A esta comisión se le encomendó, además de establecer los criterios generales de evaluación, la tarea de elaborar un informe anual en el que se recogiesen y valorasen los resultados obtenidos en las pruebas por los alumnos en los diferentes centros, comparándolos con las calificaciones de sus expedientes académicos.Para que no se quedara todo en un mero estudio, a principios de junio, la Asamblea aprobó, a instancias del PSOE, una proposición no de ley por la que la inspección debería controlar la programación y los exámenes que se realizan en los centros donde se descubran claras desviaciones entre unas notas y otras.

El curso pasado es la primera vez que contaba más el expediente académico de los alumnos que la nota de selectividad. En la convocatoria de junio de estas pruebas se presentaron casi 30.000 estudiantes, de los que aprobaron el 82%; en septiembre se presentaron más de 9.000 y la superaron el 51%.

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