Tímidos avances
Hasta la fecha, en toda la provincia almeriense sólo se han producido tímidas iniciativas para recuperar tres complejos hidráulicos. El mejor conservado es el llamado Molino del Perrillo, en Berja, que cesó de su actividad hace tan sólo nueve años. La molinera, de 77 años, hace las veces de guía turística a todo aquel que se interesa en conocer un sistema de molienda tan artesano como preciso.El Ayuntamiento ha comprado la mitad del inmueble, que, desde la pasada gota fría ha visto seriamente afectada su estructura. La Dirección Provincial de Arquitectura y Vivienda todavía no se ha pronunciado sobre la subvención necesaria para su rehabilitación. El Molino de Rosendo, en Vera, tiene pendiente otro proyecto. Aunque es público se halla desmantelado desde hace 15 años. A través del Museo Etnográfico de Vera se pretende adosar una nave que ambiente lo que podía haber sido su sistema de maquinaria. Tiene una partida de 18 millones de pesetas aprobada por la Consejería de Turismo para completar su recuperación.
Por último, el Molino del Lugar, en Adra, vive todavía los procesos de negociación para su compra por parte del Ayuntamiento. Aunque se rehabilitara, su funcionamiento sería del todo imposible: ya no pasa agua por el lugar.
