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La música africana conquista Zaragoza

La feria Strictly Mundial concluyó ayer

El festival y feria profesional de las músicas del mundo Strictly Mundial, que se ha desarrollado estos días en Zaragoza, terminó anoche su edición con un balance bastante positivo. El público empezó a llenar los conciertos de los artistas más conocidos, mientras en las otras salas se repartieron músicos con propuestas diversas que se irán abriendo paso en futuras ediciones.

Anoche la dulce voz de la caboverdiana Cesaria Evora teñía de nostalgia portuaria la noche zaragozana.Pero, aparte de la música que se ha escuchado estos días y de los negocios entre los profesionales, también hubo espacio para la reflexión y la información. Porque la falta de información es uno de los principales escollos para el mejor conocimiento de las músicas de distintas partes del mundo. La última jornada de conferencias estuvo dedicada a las de América Latina, un continente vasto con infinitas peculiaridades pero con un elemento en común, que es el de compartir idioma. Aunque no todos. Brasil, casi un continente en sí mismo, representa un universo singular. El periodista musical José María Martínez trazó un mapa pormenorizado de este territorio que es, musicalmente, uno de los más prolíficos del planeta. Según Martínez, no dejan de reciclarse constantemente los ritmos tradicionales, alimentándolos de otros nuevos y haciéndolos evolucionar, pero muchos quedan encerrados dentro de sus propias claves y no llegan a ser conocidos por los brasileños de otras regiones. El universo musical brasileño se retroalimenta y es autosuficiente.

Lo que pasa en Cuba, el otro gran centro generador de música en América, y el mundo es bastante más confuso. El experto Mingus B. Fomentor ofreció una mirada bastante más sombría que la que se suele ofrecer últimamente sobre la música cubana. El boom comercial nacido al amparo de Buena Vista Social Club, ha acaparado la atención de los cazatalentos europeos y estadounidenses, pero, según él, lo hacen a través del prisma de sus propias demandas de consumo y de una moda que intentan aprovechar.

La otra gran corriente es la del rock en español. El argentino Gustavo Álvarez, director de la revista Inrockuptibles, criticó cierto turismo musical "inmovilizador". "No sólo se trata de que los grupos canten en español, sino de que hablen del lugar de donde vienen", dijo. El actual intento de explotación del rock latino en Estados Unidos es otro de los puntos que señaló. "Es sintomático que este año se hayan decidido a convocar los premios Grammy Latinos. Se ha creado una gran marca que abarca todo ese menjunje que llaman rock latino y eso les permite venderlo mejor. Y si les interesa será porque el rock latino tiene algo que el suyo ha dejado de tener".

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