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GENTE

EL ASCENSO TARDÍO DEL SOLDADO TAMAS

El caso guarda cierta similitud con el de los topos de la posguerra española, los combatientes del bando republicano que se escondieron durante años, e incluso décadas, por temor a las represalias franquistas. Sólo que el soldado raso húngaro Andras Toma, que combatió junto a los alemanes durante la II Guerra Mundial, no se ocultó voluntariamente, sino que fue detenido por el Ejército Rojo en Polonia en 1944, confinado en un campo de prisioneros y, en 1947 -durante más de 52 años-, internado en un hospital psiquiátrico en el que ni siquiera llegó a aprender ruso y donde no se percataron de que su "incomprensible jerga" no era una manifestación de demencia, sino el idioma de su tierra natal centroeuropea. En 1999, por fin, un médico extranjero creyó reconocer como húngaro el idioma de Toma (al que todos llamaban Tamas) y se puso en marcha el mecanismo que, en agosto pasado, culminó con su regreso a Budapest. El pasado día 17, el Ministerio de Defensa de su país emitió la orden por la que se le licenciaba del servicio activo. El titular de la cartera, Janos Homoki, ha anunciado que Toma (Tamas), de 74 años, ha sido ascendido a sargento mayor. Por algo dicen que la antigüedad es un grado.-

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