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El esfuerzo tecnológico triplica el científico

Gran parte de las explicaciones dadas ayer por el equipo directivo de la Secretaría de Estado de Política Científica y Tecnológica se refirieron a los presupuestos para 2001, que ya han sido presentados en el Congreso de los Diputados. Las explicaciones fueron en algunos aspectos confusas, ya que las cantidades y porcentajes barajados admiten más de una interpretación. Por ejemplo, el Ministerio de Ciencia y Tecnología afirma que el esfuerzo en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) alcanza actualmente el 1,5% del PIB, a pesar de que en el concepto tradicional de investigación y desarrollo (I+D), que es el que se maneja en las estadísticas internacionales y no incluye el más ambiguo de innovación, apenas supera el 1%.El secretario de Estado, Ramón Marimón, se centró en las cifras correspondientes al ministerio y, sobre todo, a su secretaría, que gestiona el 72,3% del gasto total del estado en investigación científica, desarrollo e innovación tecnológica (la Función 54 en los presupuestos), pero que no incluye, por ejemplo, los fondos europeos para investigación. Estas cifras indican que el esfuerzo en desarrollo tecnológico e innovación triplica prácticamente el esfuerzo en investigación científica.

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Sumas y restas

Para programas de investigación científica se destinarán en 2001, si se aprueban los presupuestos, 111.164 millones de pesetas mientras que en programas tecnológicos se gastarán 301.591 millones de pesetas. De esta última partida, 168.000 millones de pesetas, aseguró Marimón, van destinados a créditos a empresas para programas militares (construcción de tanques, fragatas y aviones, el famoso gasto militar), mientras que el resto corresponde a créditos a empresas para programas tecnológicos considerados prioritarios en el Plan Nacional de Investigación. Sin embargo, el secretario de Estado no sumó en los gastos militares la partida de 53.000 millones de pesetas para investigación destinada a la defensa, prevista en los presupuestos para el ministerio de Defensa, según afirmó ayer, Jaime Lissavetzky, portavoz socialista en la Comisión de Ciencia y Tecnología. Con esta suma aumentaría el porcentaje que dio ayer Marimón -el 29%- de recursos destinados a fines militares en la Función 54. Lissavetzky también aseguró que no se cumplirán en 2001 las previsiones de gasto del Plan Nacional ni siquiera incluyendo la innovación. Por otra parte, un área considerada prioritaria, la sociedad de la información, cuenta con otra partida gestionada por el ministerio de 68.000 millones de pesetas.

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