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El número de víctimas mortales de la violencia sexista se ha triplicado en el último año

Fracaso de planes

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Otra agredida en Vallecas

La violencia sexista, es decir, aquella que se ejerce sobre las mujeres por el hecho de serlo, se ha cobrado en lo que va de año tres veces más víctimas mortales que en todo 1999. El año pasado fueron cuatro las vecinas de Madrid muertas a manos de sus maridos, compañeros o hijos, frente a las 14 contabilizadas en lo que va de año por la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid y por el Foro contra la Violencia a las Mujeres.La directora de la Mujer del Gobierno regional, Asunción Miura, considera que este aumento de las muertes no puede achacarse a la pasividad de las administraciones públicas, según informa Servimedia. Así lo aseguró ayer en la Asamblea de Madrid para replicar a las acusaciones de la diputada socialista Mari Luz Martín Barrios, que calificó de "mala" la gestión del Gobierno regional en la prevención de la violencia de género. Miura matizó que su dirección invierte 800 millones en actuaciones para prevenir y atajar esta violencia, frente a los 290 que se dedicaban en 1995, cuando gobernaba el PSOE.

También la presidenta del Foro, Isabel Gutiérrez, cree que este incremento "escandaloso" de las víctimas mortales muestra "el fracaso de los planes de choque del Gobierno y de la Comunidad". "Hace falta una ley contra los malos tratos, que fije tanto los aspectos legales como los recursos necesarios", añade. Asimismo cree necesario que se cuente con las asociaciones de mujeres que trabajan con las víctimas para elaborar los planes de actuación. La Asociación de Mujeres Separadas cree que el aumento de la violencia de género refleja "el fracaso" de los planes para atajarla. "La mujer cada vez reivindica más sus derechos, y eso provoca en algunos hombres una reacción violenta. En la rebelión de los esclavos se produjo también una mayor represión por parte de los amos", afirma su presidenta, Ana María Pérez del Campo.Pérez del Campo califica estas agresiones de "terrorismo de género" y destaca que se trata de una cuestión de Estado al que el Gobierno no le está concediendo la importancia que tiene, "pese a que el número de víctimas es cinco veces mayor que en el terrorismo político". "La mayor parte de las medidas que se adoptan son asistencialistas y hasta que no atajemos la causa de esta violencia, que es el sexismo, no conseguiremos nada", apostilla.

María Durán, presidenta de la asociación de mujeres juristas Themis, también atribuye este aumento de muertes a "una respuesta primitiva y autoritaria de los agresores frente a las crecientes reivindicaciones de las mujeres". Esta asociación reclama, entre otras medidas, una fiscalía especial.

La primera víctima mortal de la violencia sexista en 2000, según los datos del Foro, fue María Fernanda D. J., colombiana de 33 años, que murió en enero en un pub de Usera tras ser apuñalada por un hombre con el que rehusó bailar. En febrero, Alicia de la Osa, de 31 años, amaneció degollada en el hostal de Centro donde vivía con su marido, del que se había separado diez días antes. En ese mismo mes, una anciana fue hallada muerta, supuestamente asesinada por su hijo.

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En marzo, a Ángeles García, de 48 años, alguien la degolló en su piso de Chamartín. La policía atribuyó la muerte a un crimen pasional. En las mismas fechas, las asociaciones contabilizan el caso de una mujer mayor asesinada por su hijo. Un mes después, Gloribel Germán, de 38 años, vecina de Parla, fue asesinada de un tiro por su marido, que después se suicidó.

En mayo, Esther Redondo, de 27 años, falleció acuchillada y abierta en canal en su domicilio de Pozuelo de Alarcón. El presunto homicida fue un hombre con el que mantenía relaciones. En el mismo mes, Gloria López, de 47 años, murió acuchillada por su marido en Latina.

Concepción Escalona fue asesinada a hachazos en junio en un hipermercado de Hortaleza por su compañero. Veinte días después, Miriam Esperanza Prado, de 33 años, moría después de que su novio le golpeara en la cabeza con un jarrón.

En julio, Rachida Chentue, de 41 años, falleció en Arganzuela por el golpe que supuestamente le propinó su antiguo novio. En agosto, la joven Ruth B. G. fue apuñalada en San Blas, presuntamente por su ex novio.

En septiembre, Rabia M., de 33 años, falleció en Parla tras caer por la ventana de su casa. Su esposo fue encarcelado. El último caso ocurrió hace una semana: Eva Barahona, de 38 años, fue asesinada por su marido en su piso de Vicálvaro.

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