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Desarticulada una red que prostituía a albanesas en la Casa de Campo

Cobro de servicios

La policía detuvo el pasado miércoles a 11 personas como supuestos miembros de una red que reclutaba a mujeres en Albania y Rumania para obligarlas después, cuando llegaban a Madrid, a prostituirse en la Casa de Campo. Los agentes del Grupo VI de la Brigada de Extranjería registraron dos pisos de la calle de Antonio López (Usera) donde localizaron a más de 20 mujeres. La banda desarticulada forma parte de una organización internacional especializada en trata de blancas, prostitución e inmigración ilegal.Las investigaciones comenzaron a principios de año, tras detectarse un fuerte aumento en el número de ciudadanas de Europa del Este que ejercían la prostitución en la Casa de Campo. También varios clientes denunciaron que habían sido agredidos por hombres de la banda.

La policía sostiene que los responsables de la red captaban a mujeres muy jóvenes entre las clases más desfavorecidas de Rumania y Albania. A todas las traían a España con la promesa de un "futuro digno" y de un trabajo, principalmente en el sector de la hostelería.

En Italia les entregaban documentación falsa y les retiraban sus verdaderos pasaportes. Luego, al llegar a Madrid, eran obligadas a ejercer la prostitución. Si ellas se negaban, las amenazaban con agredir a sus familias en sus países de origen. En caso de mayor resistencia llegaban a secuestrar y agredir a sus víctimas.

La banda explotaba en la actualidad a 20 mujeres. Cada una tenía que entregar una cantidad determinada en función del día de la semana. Los lunes debían recaudar 50.000 pesetas, mientras que los fines de semana se les exigía llegar a las 200.000. Según la policía, las mujeres cobraban por cada servicio entre 5.000 y 10.000 pesetas. Diez de los detenidos en la operación policial son albano-kosovares. También fue arrestado el español José Manuel S., de 30 años. Cuatro poseen antecedentes por delitos contra el patrimonio y lesiones. Además, la policía les imputa un presunto delito de lesiones graves, amenazas y coacciones denunciadas en la policía por las víctimas.

Los investigadores encontraron múltiples dificultades a la hora de identificar a los responsables de la organización, "debido a la diferencia de idioma de las víctimas, el férreo control al que estaban sometidas y la movilidad de los miembros de la red".

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La operación policial concluyó el pasado 12 de septiembre con el registro del piso de la calle de Antonio López. Allí se intervinieron varias armas blancas y aerosoles de defensa personal, bates de béisbol, una barra de hierro, doce teléfonos móviles y pasaportes falsos de distintos países del Este. Los agentes decomisaron asimismo documentos de identidad italianos, más de un millón de pesetas en liras y dólares americanos y cuatro vehículos de gran cilindrada.

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