La 'Medea' de Pilar Távora defiende la dignidad de la mujer desde el flamenco

Medea, el espectáculo con el que la realizadora Pilar Távora se estrena en la Bienal de Flamenco de Sevilla, es un canto "a la dualidad del mundo". "Anque la mentalidad se unifique, siempre habrá un enfrentamiento entre los dos sexos", aclaró ayer Pilar Távora. En el montaje, que podrá verse hoy en el teatro de la Maestranza, Medea será la bailaora Juana Amaya y a Jasón lo encarnará Alejandro Granados. Pilar Távora, que ha ideado una escenografía a tres niveles -el último a cinco metros de altura-, ha sumado al flamenco y al teatro, los géneros con los que siempre ha trabajado su padre Salvador Távora, el cine, su propio medio. "Los personajes están desdoblados gracias a la pantalla", aclara.

Pilar Távora ha barajado dos textos clásicos, los de Séneca y Eurípides, para crear la versión que estrenará esta noche en el teatro de la Maestranza. Su propuesta sale en defensa del personaje de Medea que, según la realizadora sevillana, "encarna todavía hoy la tragedia de muchas mujeres"."Los que no conocían la tragedia, cuando se enteran de que Medea mata a la novia, al rey y a sus propios hijos, exclaman ¡Que mala! Pero la realidad de su drama es otra. Es un símbolo de rebeldía y la única forma que ella tiene de manifestarse en contra del papel que le asigna la sociedad", comentó Pilar Távora, que ha seleccionado los palos flamencos de acuerdo a la intensidad dramática de la historia.

Fernando Terremoto, Rafael de Utrera, Macarena Giráldez y David Lagos pondrán las voces flamencas a este drama acompañados a la guitarra por Eugenio Iglesias y El Bola de Jerez. "Si Eurípides ya ponía en boca de las mujeres reivindicaciones de dignidad como las que hace Medea. ¿Qué no nos dírian ellas mismas? Llevamos siglos sin saber qué pensaban las mujeres, sólo conocemos lo que han escrito los hombres", afirma Pilar Távora.

"Medea es un personaje difícil, en el que me ha costado mucho entrar. Es duro vivir lo que le pasa a ella. Cada día iba aprendiendo a conocerla un poco más", explicó la bailaora Juana Amaya, una artista que ya está habituada a la estética de los Távora puesto que ha encarnado a Carmen en la anterior ópera flamenca de Salvador Távora.

La producción, que su directora espera que gire después del estreno por el resto del país, incluye a medio centenar de personas. "Hay momentos en los que coinciden 41 artistas sobre el escenario y, más que un espectáculo flamenco, parece una ópera", asegura Pilar Távora.

Los Coliblancos y Colinegros de Baena (Córdoba), un grupo de tamborileros que desfila durante la Semana Santa, subirán por primera vez a un escenario y mantienen un duelo de tambores. "En la realidad nunca coinciden, unos salen en unas procesiones y otros en otras. La rivalidad entre ambos es tanta que, cuando yo era pequeño se llegaba a las manos", explicó ayer Luis Moreno, alcalde de Baena. La tradición de estos músicos que se adornan con crines de caballo negras y blancas se remonta la siglo XVIII y su lujoso uniforme -que cuesta unas 300.000 pesetas- es la síntesis de los trajes que llevaban las milicias realistas del siglo XIX y los de los Coraceros y Dragones franceses durante la Guerra de la Independencia.