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El Betis despide a Solozábal un mes después del motín del equipo

Roberto Solozábal ya no es jugador del Betis. En la tarde del pasado miércoles el club notificó al central madrileño su despido, justo el día en que expiraba el plazo del expediente disciplinario que se le abrió al señalarle como el instigador del motín que protagonizó la plantilla a principios de agosto. El abogado de Solozábal anunció ayer que solicitará que el despido sea declarado nulo por considerarlo "discriminatorio".

Horas después de que fracasara el acto de conciliación entre el club y el jugador por la demanda laboral que Solozábal ha interpuesto y por la que reclama al Betis 100 millones de pesetas por daños y perjuicios, el club tramitó su despido y se lo comunicó oficialmente.Solozábal trató ayer por la mañana de acceder a las instalaciones de la ciudad deportiva del Betis para recoger sus pertenencias y le fue prohibida la entrada al recinto por empleados del club. El despido se produce casi un mes después de que el presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, acusara públicamente a Solozábal de ser el instigador de la revuelta que protagonizó la plantilla, que se negó a jugar un partido amistoso en Mérida hasta que el club saldara sus deudas con algunos jugadores. Días después del motín, Solozábal fue apartado del equipo. Los otros dos rebeldes señalados por Lopera como cabecillas del motín, Finidi y Vidakovic, llegaron a un acuerdo para negociar su salida.

El abogado de Solozábal, Fernando Pérez Espinosa, anunció ayer respecto al despido de su representado que solicitará ante los tribunales que sea declarado nulo al considerar que es "discriminatorio". "Alegaremos que ante hechos iguales cuyos protagonistas fueron el conjunto de jugadores que conforman la plantilla del Betis la responsabilidad sancionadora sólo ha recaído en un jugador, en este caso, Solozábal", explicó.

Pérez Espinosa dijo estar sorprendido por la expeditiva manera empleada por el Betis para zanjar el asunto, más cuando hasta hace unos días ambas partes negociaban para alcanzar un acuerdo satisfactorio: "Es un contrasentido porque parece ser que quedaba poco para el acuerdo. Quedaron con Roberto para seguir hablando el lunes y el martes de esta semana, pero no le llamaron y ayer, tras el fallido acto de conciliación, y viendo que se acababa el plazo del expediente disciplinario que le habían abierto decidieron despedirle".

El abogado del jugador incidió también en las consecuencias que el despido de Solozábal puede acarrear: "Esta situación coloca a los compañeros en una situación muy delicada pues saben que el despido ha sido una represalia del club. Algo tendrán que decir, pues el despido es por los mismos hechos que fueron imputados al resto de los jugadores al suscribir un comunicado criticando a la directiva del club y no acudir a disputar un encuentro".

Aparte de la demanda de 100 millones por daños y perjuicios, Solozábal reclama al Betis y a Tegasa [sociedad gestora de los derechos de imagen] una cantidad cercana a los 145 millones (por atrasos, más la ficha de esta temporada) y otros 45 correspondientes a una indemnización prevista en una cláusula por la que el contrato del jugador se podía prorrogar una temporada más.

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