"No me iría a un crucero con Arzalluz"

Pregunta. Hace años confesó en un semanario que se masturbaba con la ducha. ¿Sigue practicando con el mismo instrumento?Respuesta. Las cosas necias jamás las recuerdo; me amargaría la vida. Sólo recuerdo las cosas felices, dichosas o inteligentes.

P. ¿Qué cualidades le adornan para ser defensor del pueblo?

R. Las que han visto en mí la inmensa mayoría de las Cámaras al votarme.

P. O sea...

R. Una política marcada por la lucha por la libertad, el combate por los derechos, sentido del diálogo, marginación de la retórica y observancia fina de la realidad.

P. Un mirlo blanco.

R. Un mirlo blanco, no. Un mirlo blanco es lo que necesita el partido socialista.

P. ¿Rodríguez Zapatero lo es?

R. En política, los colores tardan en hacerse.

P. ¿Le divierte su nuevo cargo?

R. Encontrarse con los aspectos más tristes de lo humano no es alegre; sin embargo, es reconfortador saber que puedes colaborar en solucionarlos.

P. ¿Su nombramiento es la coartada del Gobierno, la muestra de su generosidad con la oposición?

R. Este Gobierno no necesita ninguna coartada. Lo que trata de buscar es lo que trató de buscar el Gobierno socialista y todos los Gobiernos democráticos: los más amplios consensos.

P. ¿Qué tal dan de comer en La Moncloa?

R. Se come bien. En Aznar hay una parte vasconavarra -su abuelo es de Etxalar-, que, naturalmente, le obliga a cultivar la gastronomía.

P. ¿Se siente mejor tratado por el PP que por el PSOE?

R. He pertenecido al PSOE 36 años y he sido refundador del mismo. Ahí están las cosas.

P. ¿De dónde ha salido la frase "quién nos defiende del Defensor", con la que se refocilan sus ex compañeros de grupo parlamentario?

R. Ha surgido de mí. Cuando alguien me felicita, y son muchos los que lo hacen, yo digo: ¿Y quién defiende al Defensor de vosotros y de él?

P. ¿Tienen más que temer ellos o usted?

R. ¿Mis compañeros de partido? Que se teman a ellos mismos. Y que, estando atravesando el desierto, recuerden lo que tardaron las tribus judías que siguieron a Moisés.

P. ¿En qué etapa de su vida política se lo ha pasado mejor?

R. Los años en que preparábamos la primera revuelta contra la dictadura en la Universidad, en el 56, fueron para mí fervorosos y apasionados; los de refundación del partido socialista que precedieron y siguieron a Suresnes; los de contemplar el triunfo del partido socialista y los de estar en el Ministerio de Justicia.

P. ¿Tendrá tiempo ahora de seguir leyendo a Flaubert y la literatura francesa, como hacía en el escaño?

R. Por supuesto que los seguiré leyendo. Aunque aquí será imposible, porque esta casa tiene muchísimo trabajo.

P. ¿Lloró al desprenderse del carné del PSOE?

R. Me ha obligado a ello el imperativo de la ley. Pero una cosa es dejar el documento y otra mantener las convicciones en el corazón.

P. Siempre le ha tirado más su lado judío que el vasco.

R. Ante todo soy español, porque tanto lo judío como lo vasco son elementos importantes de la construcción de España.

P. ¿Ve una txapela y le salen granos?

R. Yo he preconizado el compromiso con el nacionalismo vasco cuando éste era serio y responsable. No he sido antinacionalista.

P. Si Arzalluz le invitara a una semanita de crucero, ¿le diría que sí?

R. No, porque Arzalluz en estos momentos está tan apegado a la tierra que el único crucero posible sería por el Nervión, y eso no es apetecible.

P. ¿Y a Oropesa con Aznar se iría?

R. [Piensa largamente]. Aunque es un sitio agradable, acostumbro a ir a otros lugares del Mediterráneo.

P. Cuando ETA mató a su hermano dijo: "Ni olvido ni perdono". ¿Se puede vivir así?

R. Perfectamente. Más aún, se debe vivir así.