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Lamela levanta el vuelo

Buenas noticias, al fin. Después de una semana de contratiempos entre la élite española que buscará medallas en los Juegos Olímpicos de Sydney, Yago Lamela levantó ayer el vuelo. El saltador de longitud asturiano pasó en las pistas de San Lázaro, en Oviedo, cuatro veces de los 8 metros, la barrera imprescindible para seguir aspirando a medallas como las de plata conseguidas el año pasado en los Mundiales de pista cubierta de Maebashi (Japón) y al aire libre en Sevilla. El subcampeón mundial llegó hasta los 8,12 metros, su mejor marca de una temporada hasta ahora aciaga, con lesiones añadidas a la más grave sufrida al final de la temporada pasada.

La serie hecha por Lamela en los Campeonatos de Asturias era la que estaba buscando para tomar confianza. Había declarado que se encontraba en los entrenamientos tan bien como el año pasado, pero necesitaba confirmarlo en la competición. El hecho de que haya pasado regularmente de los 8 metros es lo más positivo. Desde ese línea de confianza, y mientras no haya más problemas físicos, la explosión para lograr cualquier gran salto posterior ya es posible.

El saltador de Avilés se fue en un primer intento hasta 7,81 metros. Empezó así a ahuyentar sus fantasmas del pasado lunes en Yzegen (Bélgica), donde se quedó en 7,66 y decidió dejar el concurso tras el segundo salto. Había sentido molestias en un cuádriceps desde el calentamiento y no quiso arriesgar. Su entrenador, Juanjo Azpeitia, dice que está completamente recuperado de sus lesiones y que sus males son más psicológicos que físicos, actualmente.

Su segundo salto ayer fue de 8,11 metros, hizo nulo en el tercero, 8,05 en el cuarto, 8,08 en el quinto y terminó con el mejor, de 8,12.

"No he sentido dolor", comentó Yago después de la prueba. "El no tener, por fin, molestias es lo más agradecido. Desde luego, no estoy en forma, pero empiezo a correr bien y en un mes, para los Juegos, puedo estar muy bien, si Dios quiere", añadió.

Su entrenador, Juanjo Azpeitia, dio más detalles sobre la puesta a punto de su atleta: "Hay que afinar técnicamente aún muchas cosas, como la caída o la entrada en la tabla. Pero es normal. Los test de velocidad han estado muy bien", señaló. Y se mostró optimista: "Hemos visto la luz". El concurso del avilesino fue controlado con unos sensores de batida, en colaboración con Miguel del Valle, director de la Escuela de Medicina del Deporte de la Universidad de Oviedo, informa Mario Díaz.

Lamela tenía pensado saltar el miércoles en Castellón en unas pruebas de control, pero al encontrarse tan bien ayer tiene intención de hacerlo en la reunión de Padua (Italia), el próximo domingo, día 27. Sin ser una cita de gran nivel, como la del viernes anterior, día 25, en Bruselas, el Memorial Ivo van Damme, de la Liga de Oro, le servirá para poner un poco más de presión, sin pasarse, en su preparación olímpica.

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