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Excusas

La decisión de la fiscalía de interponer querella por delito de apología del terrorismo, por las palabras que pronunciaron un tal Otegi y otros ensalzando el patriotismo de cuatro personas que explotaron sin más ayuda que la propia, viene siendo analizada por políticos, juristas y asociaciones judiciales.Si en algo destacan estas opiniones es en su falta de acuerdo sobre si las palabras son, o no, delito de apología. La Asociación Profesional de Magistratura y la de Francisco Vitoria se pronuncian por el sí, mientras que la de Jueces por la Democracia por el no. Los jueces no están de acuerdo.

No hace mucho, un magistrado del Tribunal Supremo decía que "un juez no es neutral ante confrontaciones políticas al contar con componentes de tipo ideológico y religioso". No parece de razón pensar que, en esta ocasión, la posible comisión de delito, o no, dependa del juez de turno, de su ideología o de su religión. En un Estado de derecho lo razonable es pensar que la fiscalía, que está sujeta al principio de legalidad y cuya subordinación al Ejecutivo es sólo jerárquica, haya apreciado los presupuestos de hecho que definen el delito, y que el juez resuelva desde la neutralidad más exquisita.

En cualquier caso, lo que de verdad puede preocupar no es tanto la comisión o no del delito y la falta de coincidencia judicial (violaciones y ensañamientos son ejemplos que todos los días ponen de manifiesto la ausencia de unanimidad), sino el hecho de que, si no es delito, se aproveche la indignación social para provocar un cambio de legislación, reduciendo el contenido del derecho constitucional a la libertad de expresión.

Los sucesos racistas de El Ejido y la afluencia masiva a las costas de Andalucía de inmigrantes africanos son utilizados para justificar el cambio de la Ley de Extranjería, a pesar de estar en contra el resto de la sociedad. Da yuyu pensar en el cambio que podría sufrir el derecho a la libertad de expresión y los supuestos que se considerarían delictivos si, valiéndose de la irritación de la sociedad, se introduce una ley penal que restrinja el derecho a expresarse libremente.EUGENIO SUÁREZ PALOMARES

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