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Un colombiano era el jefe de los 26 atracadores de joyerías detenidos

Pisos en Moratalaz

Los 26 delincuentes capturados en la Operación Gold conformaban tres grupos operativos al mando de un único cabecilla -un colombiano- que se dedicaban al robo de joyerías y a representantes del gremio, según informó el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui. Los detenidos son 22 colombianos, tres ecuatorianos y un español. De los 26 detenidos, con una edad media de 23 años, siete tienen antecedentes y algunos de ellos han sido arrestados en más de una ocasión.En las investigaciones se ha podido comprobar la actuación de varios de ellos en el atraco sufrido el pasado 22 de junio por un representante de los relojes Racer, Martín Tejero, de 56 años, nada más entrar en el garaje de su vivienda del camino Viejo de Leganés, inmediatamente después de ser abandonado por la escolta de la Guardia Civil. Le arrebataron un muestrario valorado en cinco millones. Alguno de los detenidos forma parte del grupo que robó, el pasado día 4, relojes valorados en siete millones a un representante en un bar del paseo de los Olivos.

Según Ansuátegui, la banda desarticulada, que atracaba a joyeros, no está cerrada, por lo que pueden practicarse nuevas detenciones en los próximos días. El delegado del Gobierno añade que el grupo desmontado no es una banda de atracadores, "sino toda una red criminal". En la operación se han intervenido coches, joyas, dinero, dos pistolas y otras dos simuladas.

La numerosa documentación hallada en los registros efectuados en seis viviendas, situadas algunas de ellas en Moratalaz (Madrid), calle de Alcalá y glorieta de Bilbao, hace prever que se produzcan nuevas detenciones.El modus operandi de esta banda, que tenia un jefe y varios grupos operativos, era variado. En unos casos, se vigilaban las joyerías con esperas, reconocimientos externos e internos, se estudiaban las medidas de seguridad y se practicaban butrones, preferentemente durante la noche y los fines de semana. Otro grupo se dedicaba a la vigilancia de los representantes, a los que seguían y, aprovechando cualquier fallo o abandono de éstos, se apoderaban de sus maletines. En otras ocasiones les seguían para localizar su domicilio, donde entraban y secuestraban o maniataban a los familiares que se encontraban dentro, sustrayendo así los muestrarios, o asaltaban a los representantes cuando entraban en los garajes de sus viviendas.

La red, que actúa principalmente en Madrid, enviaba en paquetes las joyas robadas directamente a Colombia o las vendía a los receptadores, uno de los cuales es el único español detenido.

Sobre el hecho de que algunos de los detenidos posean antecedentes, el delegado del Gobierno en Madrid manifestó que la policía cumple con lo establecido, poniendo a disposición judicial a los posibles delincuentes. La acción policial "no está exenta a veces de desánimo", dijo Ansuátegui, "al comprobar que los detenidos reinciden". El director de la Policía, Juan Cotino, confía en que disminuyan los robos a joyerías tras la desarticulación de esta banda, que calificó de "muy violenta", informa Juan J. Gómez. Según Cotino, estos grupos se reproducen con facilidad porque a veces no se les aplican penas excesivamente altas.

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