CABALLERO DE ESCOCIA
Sean Connery, el escocés más famoso del mundo, fue nombrado ayer caballero por la misma soberana a la que sirvió con tanta eficacia encarnando a James Bond, el espía cinematográfico por excelencia. En una emotiva ceremonia, el actor, hijo de Joe, un obrero de fábrica, y Effie, una señora de la limpieza, inmortalizados como "papá y mamá" en el tatuaje de uno de sus brazos, hincó la rodilla ante Isabel II y pasó a llamarse sir Sean. Para deleite de sus admiradores, acudió a la cita con una típica falda de cuadros y no renunció a sus inclinaciones políticas. "Es también un gran día para Escocia", dijo, del brazo de su esposa, Micheline Roquebrune, que iba de blanco. Lejos queda ya la polvareda levantada por la supuesta negativa del Gobierno británico a concederle el título en 1997 y 1998 por su apoyo al Partido Nacional de Escocia. A punto de cumplir 70 años y ciudadano honorario de los Estados Unidos, su contribución al cine y las artes ha podido más. Ahora ya puede codearse con su gran amigo, y también caballero, sir Michael Caine.-
