El capital de Telefónica se mundializa
Los inversores españoles en la operadora tendrán menos del 35% tras la Operación Verónica
El 21 de febrero de 1997, el Estado abandonó definitivamente el capital de la primera empresa española, Telefónica, que el Gobierno franquista había nacionalizado el 8 de mayo de 1945 con la compra de 318.641 acciones a la corporación americana ITT. El 1 de julio de 2000 Telefónica abre otro ciclo. El capital de la empresa española se mundializa. Los inversores españoles pasarán a tener menos de un 35% de su capital cuando concluya la más importante operación de la compañía española en sus 75 años de historia: la compra del 100% de sus participadas en América Latina.
El 21 de febrero de 1997, el Estado abandonó definitivamente el capital de la primera empresa española, Telefónica, que el Gobierno franquista había nacionalizado el 8 de mayo de 1945 con la compra de 318.641 acciones a la corporación americana ITT. El 1 de julio de 2000 Telefónica abre otro ciclo. El capital de la empresa española se mundializa. Los inversores españoles pasarán a tener menos de un 35% de su capital cuando concluya la más importante operación de la compañía española en sus 75 años de historia: la compra del 100% de sus participadas en América Latina.La compañía presidida por Juan Villalonga cerró en la madrugada del sábado (hora española) la primera etapa de la Operación Verónica para hacerse con el control absoluto de Telefónica de Argentina (TASA) y las brasileñas Telesp y Telesudeste Celular. El próximo miércoles, 5 de julio, se cerrará la oferta pública de adquisición (OPA) de acciones sobre Telefónica de Perú (TdP). "Es un movimiento estratégico agresivo, vigoroso. Tomar el total de estas compañías significa que podrá separar las distintas áreas de negocio (Internet, móviles) y colocarlas en las distintas divisiones que ha creado", explica un informe del banco de inversiones Salomon Smith Barney.
Según un comunicado oficial, la OPA sobre Telefónica de Argentina se ha cubierto en un 91,8%, y las de Telesp y Telesudeste, en un 83,2% y un 86,5%, respectivamente. La compañía española pasa a controlar así el 96% de TASA y el 87,5% y el 89,3% de las brasileñas Telesp y Telesudeste. La ampliación de capital en Telefónica necesaria para cubrir el canje de acciones de sus filiales será de 619 millones de acciones. La ampliación fue aprobada en junta de accionistas el pasado febrero. Según el cierre de los títulos de Telefónica en la Bolsa de Madrid (22,50 euros) el pasado viernes, suponen cerca de 2,32 billones de pesetas y la cifra podría ampliarse en otros 85 millones de acciones (318.000 millones de pesetas) si el 100% de las acciones de TdP acuden a la OPA.
Más tamaño
Con ello, el valor bursátil de Telefónica se eleva hasta 14,68 billones de pesetas -todavía lejos de los 18 billones que alcanzó el pasado mes de marzo, cuando aún no se había destapado la investigación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores al presidente de Telefónica ni se habían roto las relaciones de éste con el Gobierno ni el Ejecutivo había intervenido para parar la fusión con la holandesa KPN.
El cierre de Verónica supone un giro en la gestión de Telefónica, que se dirigirá por áreas de negocios y abandonará la tradicional división geográfica. Telefónica Móviles y Data serán las dos primeras en aprovecharse de ello, ya que absorberán las respectivas divisiones latinoamericanas para ganar músculo antes de sus salidas a Bolsa el otoño próximo. En segundo lugar, Verónica da una mayor relevancia a los inversores latinoamericanos en el capital de la primera empresa española. La presencia de éstos en el accionariado era hasta ahora insignificante. Según datos provisionales, tras el canje de acciones de sus participadas por los de Telefónica, los fondos y particulares latinoamericanos tendrán un 6% en el capital.
Los inversores españoles -entre ellos, el BBVA y La Caixa, que rondan el 15%- pasarán del 45% al 35%, y los estadounidenses, del 25% al 32%, ya que parte de la Operación Verónica supone el canje de las acciones de Telesp, Telesudeste, TASA y TdP, que cotizan en Nueva York por acciones de la empresa española. El BBVA, que tiene cerca de un 9%, acordó con Villalonga el pasado febrero que compraría acciones en el mercado para mantener una participación de hasta el 10% aun después de que se lleve a cabo la ampliación.
La mayor operación llevada a cabo por Telefónica no ha estado al margen del riesgo y la polémica. En la recta final de la oferta -se inició el 31 de mayo-, los grandes fondos de inversión estadounidense se han interesado por la investigación de la CNMV a Villalonga antes de decidir si acudían al canje de títulos. "Hay demasiados rumores en España sobre la salida de Villalonga", afirma Ronald Aitken, analista de la firma Warburg Dillion Read.
Dudas hasta el final
Sin embargo, han sido los fondos de pensiones latinoamericanos los que más reacios han estado hasta el último minuto para suscribir la OPA. En Brasil, los fondos y las administradoras de pensiones mostraron muy poco interés por el canje, ya que la inversión en compañías extranjeras está penalizada fiscalmente. Dos de los fondos más poderosos -Petros, de los trabajadores de la estatal Petrobras, y Funcef, de la Caixa Económica Federal- reconocieron haber vendido sus participaciones en Telesp y Telesudeste a otras instituciones para no tener que decidir sobre la oferta de Telefónica. "El intercambio de acciones está teniendo lugar básicamente en Nueva York, donde se mueven los grandes inversores", señaló José Bustamante, analista de la firma peruana Cartisa. En Perú, las autoridades han tenido que aprobar una resolución para permitir a estos fondos invertir en compañías extranjeras.
"La operación es buena para la estrategia de crecimiento de Telefónica, porque se pueden generar economías de escala [el grupo gestionará sus compras como una sola empresa] y facilita la gestión de las compañías. Pero no es tan buena para los accionistas de las empresas latinoamericanas, porque sus beneficios se transfieren a Telefónica. Por esa razón, nosotros hemos vendido todas nuestras participaciones en estas compañías", ha explicado el inversor estadounidense Mark Mobius a EL PAÍS. Sin embargo, la perspectiva de que Telesp, Telesudeste, TASA y TdP se queden sin liquidez tras las OPA ha terminado por convencer a los particulares de la conveniencia de la oferta de Telefónica, según los analistas.
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