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La huelga de controladores franceses obliga a retrasar uno de cada dos vuelos hacia Europa

Vicente G. Olaya

La huelga que los controladores franceses iniciaron ayer, y que está previsto que acabe a las 06.00 de hoy, tuvo un notable impacto en los aeropuertos españoles, donde sufrieron retrasos el 54% de los vuelos con destinos europeos. El tráfico entre aeropuertos nacionales resistió bien los efectos de la huelga -reducción de la capacidad del espacio aéreo francés en un 70%- y mantuvo la puntualidad en el 88% de los desplazamientos. La coordinación de AENA y las compañías aéreas amortiguó en cierta medida los perjuicios del paro.

Las aerovías que enlazan España con el resto del mundo, principalmente con otros países europeos, pronto se colapsaron -casi un 80% de los vuelos sufrieron retrasos- a pesar de que AENA, el organismo público que gestiona los aeropuertos nacionales, había acordado con Gran Bretaña, Francia y Argelia desviar la mayoría de estos vuelos continentales por sus respectivos espacios aéreos para evitar sobrevolar territorio francés.Poco después del mediodía, las autoridades aeronáuticas argelinas pidieron que se redujesen el número de operaciones sobre su espacio aéreo porque sus sistemas de control eran incapaces de absorber tan enorme flujo de aeronaves. Reclamaron que no se incrementase el tráfico habitual en más de seis movimientos a la hora. Además, entre las 17.00 y las 19.00, el ordenador central de tráfico aéreo de Londres sufrió una avería que obligó a Eurocontrol -organismo que regula el tráfico aéreo europeo- a imponer nuevas restricciones, lo que provocó más problemas con el norte de Europa.

El presidente de AENA, Francisco Cal, reconoció que si los franceses llegasen a endurecer su actitud, la situación podría agravarse. AENA señaló que a las 19.00 el retraso medio era de 13 minutos.

Estrategia conjunta

Para que la huelga no tuviera demasiada incidencia en los aeropuertos españoles, AENA y las compañías aéreas se vieron obligados a diseñar una estrategia conjunta. Iberia suspendió directamente 26 vuelos entre España y Francia para evitar las cancelaciones masivas a lo largo del día. Y aun así tuvo que suspender otros 17 vuelos más. Air France, que habitualmente proporciona 19 vuelos entre Madrid y distintos aeropuertos franceses, sólo tenía previsto realizar ayer cinco vuelos, uno a cada una de estas ciudades: París, Lyon, Niza, Burdeos y Toulouse. Posteriormente, debido a las dificultades canceló los desplazamientos a Burdeos y Niza.

Además, el aeropuerto de Barajas redujo en un 20% el número de operaciones -851 frente a las más de 1.000 habituales-. Pero estas reducciones previas no pudieron evitar que algunos aeródromos, como el de Fuerteventura, sufrieran en mayor medida los retrasos -44 minutos de demora media- ya que las aerovías atlánticas hacia el sur estaban colapsadas. AENA, ante la gravedad de la situación, decidió que este aeropuerto canario permaneciese abierto las 24 horas del día.

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Algo parecido ocurrió en Son Sant Joan (Mallorca), que alcanzó por la tarde una demora media superior a la hora, tanto para los despegues como para los aterizajes, si bien no se registraron cancelaciones, informa Andreu Manresa. Este aeropuerto, desde el que parten numerosos vuelos hacia Alemania, sufrió especialmente la dificultad para atravesar el espacio aéreo francés y la necesidad de sobrevolar el congestionado espacio aéreo argelino.

En El Prat (Barcelona), la huelga provocó también numerosos problemas. Las dos compañías que enlazan Barcelona y París -Iberia y Air France- cancelaron casi todos los vuelos. Air France tenía programados 10, e Iberia 5. Muchos pasajeros se concentraron ante los mostradores de esas compañías para pedir explicaciones o exigir la devolución del importe del billete. Los más afectados fueron las personas en tránsito. Pasajeros que debían enlazar con vuelos para Nueva York se encontraron con que no había otro vuelo hasta el 2 de julio, informa Manel Torres

Por su parte, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, aseguró que ni él ni sus colaboradores bajarán "la guardia" durante el verano para evitar problemas en los aeropuertos. La Unión Europea teme para estas vacaciones complicaciones en el espacio aéreo.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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