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Los acreedores fuerzan al fundador de Hyundai a dejar la empresa

El presidente y fundador de la empresa surcoreana Hyundai ha dejado de ser su máximo responsable. Chung Ju-Yung, de 84 años, anunció ayer que se retiraba junto con dos de sus hijos, que también desempeñaban cargos de responsabilidad en el primer grupo industrial de Corea del Sur. La marcha de Ju-Yung obedece a las exigencias de los acreedores, que han condicionado su renuncia a la supervivencia financiera del grupo. Hyundai está inmersa en un proceso de reestructuración económica.

Hyundai, la primera gran empresa industrial de Corea del Sur, cambiará de presidente por primera vez desde su fundación. Además de Chung Ju-Yung, se marchan de la compañía sus hijos Mong-Hun, director del grupo, y Mong Koo, responsable de la división automovilística de la empresa, Hyundai Motor. El fundador de la compañía había postulado a este último como el próximo presidente del grupo.La renuncia de Chung Ju-Yung se produce en el marco de unas difíciles negociaciones de Hyundai con sus acreedores. El grupo surcoreano está inmerso en un proceso de restructuración económica destinado a saldar gran parte de sus deudas. Con la marcha de estos tres dirigentes, el conglomerado ingresará unos 5.200 millones de dólares (925.600 millones de pesetas) por la venta de activos. El precipitado abandono de Chung Ju-Yung constituye una victoria para los adversarios de los chaebols, los poderosos grupos familiares que gestionan los conglomerados empresariales en Corea.

Su renuncia era reclamada por los acreedores para seguir apoyando a la empresa. Éstos han ofrecido ya 310 millones de dólares (55.180 millones de pesetas) para ayudar a reflotarla. La decisión de Chung Ju-Yung también ha sido celebrada en la esfera gubernamental. El Ejecutivo surcoreano cree que esta medida permitirá recuperar la confianza de los inversores.

El Gobierno surcoreano intenta desde finales de 1998 imponer una reforma que convierta a los grandes conglomerados del país en empresas más saneadas y democráticas. Las enormes deudas de los cinco principales grupos surcoreanos (unos 19 billones de pesetas entre todos) llevaron al presidente del país a proponer varias medidas para su saneamiento. La idea principal era introducir los principios internacionales de gestión empresarial en los viejos chaebols. Las profundas reformas que han tenido que adoptar estas empresas desencadenaron también el año pasado otra renuncia, la del presidente de Daewoo, Kang Byung-Ho.

Siguiendo las recomendaciones gubernamentales, el responsable del comité de restructuración Hyundai, Kim Jae-Soo, aseguró ayer que el grupo va a "globalizar" sus estructuras al establecer acuerdos estratégicos con sociedades extranjeras. Jae-Soo aclaró que el número de entidades que componen este conglomerado pasará de 52 a 21 antes de final de año.

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