La Generalitat rectifica y facilitará exámenes en castellano a los alumnos que lo pidan

El Gobierno de la Generalitat da marcha atrás y rectifica su postura sobre la distribución de exámenes en castellano en las pruebas de acceso a la Universidad. La comisión específica encargada de regular estos exámenes está preparando unas instrucciones que establecerán la obligación de entregar las pruebas en castellano cuando así lo soliciten los alumnos, sin más requisitos. Ahora la normativa interna sobre selectividad indica que cuando un alumno plantee problemas de incomprensión linguística, se le traduzca oralmente. La medida supone un cambio radical con respecto a las instrucciones vigentes, contenidas en un manual que la Generalitat entregó a cada universidad.

Las normas del manual se completaban, según han confirmado a este diario varios rectores, mediantes instrucciones verbales dirigidas a los respectivos tribunales. El manual escrito indicaba que en los exámenes de acceso a la Universidad sólo se repartieran los cuestionarios en castellano en casos previamente solicitados y justificados por cumplir determinados requisitos, por ejemplo, haberse trasladado a Cataluña en fecha reciente y no haber realizado, por tanto, los estudios previos en catalán.Esta normativa partía de la base de que todos los alumnos que han estudiado primaria y secundaria han pasado por el proceso de inmersión lingüística y, por tanto, han sido escolarizados en catalán, de modo que no deben plantear problemas de comprensión de esta lengua.

La normativa que se ha venido aplicando hasta ahora indica que cuando un alumno plantee problemas de incomprensión lingüística, el profesor responsable de la prueba le dará las explicaciones orales necesarias. Sólo si el alumno insiste, tras las pertinentes explicaciones orales, se le entregará la prueba en castellano.Varios rectores han confirmado que algunos tribunales interpretan las instrucciones verbales restrictivamente, en el sentido de no entregar los exámenes en castellano en ninguna circunstancia.

A solicitud del alumno

El nuevo manual de instrucciones para las pruebas de selectividad que la Generalitat distribuirá entre las universidades indica que el examen se dará en castellano en cuanto lo solicite el alumno. En cualquier caso, los alumnos tienen derecho a contestar la prueba en la lengua que quieran, tal como ya venía ocurriendo.

El derecho a una copia de los exámenes en castellano desató una viva polémica en noviembre de 1998, a raíz de un conflicto surgido en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, cuando los profesores Josefina Albert y José María Fernández recurrieron al Defensor del Pueblo para denunciar las trabas que, según afirmaban, se ponían al castellano en las pruebas de selectividad.

José María Fernández planteó su queja respecto de las normas generales de selectividad y Josefina Albert explicó al Defensor del Pueblo que el tribunal le había impedido entregar exámenes en castellano a un alumno que lo había solicitado expresamente. Albert indicó que, pese a la negativa, repartió las pruebas en castellano. La profesora fue apartada de las pruebas de selectividad al año siguiente y presentó denuncia contra el rector de la Universidad Rovira i Virigili, Lluís Arola, por prevaricación, ya que consideraba que había sido objeto de una sanción no motivada ni comunicada por haber recurrido al Defensor del Pueblo.

El juez ha abierto juicio oral contra el rector y contra el responsable de las pruebas de selectividad. El fiscal solicita ocho años de inhabilitación para el rector. La universidad asegura que decidió apartar a la profesora por no haber cumplido el reglamento de las pruebas, ya que si creyó que se estaba conculcando el derecho individual de los alumnos, debía notificarlo al propio tribunal, y no al Defensor del Pueblo.