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Los mercados examinan hoy la ruptura del proyecto de fusión entre Telefónica y KPN

Telefónica y su presidente, Juan Villalonga, afrontan hoy un complicado examen, el de los mercados financieros, tras el fracaso del plan de fusión con la compañía holandesa KPN. El viernes, con los mercados europeos cerrados, Telefónica y KPN anunciaron el fin de sus planes de fusión. Conocida la noticia, las acciones de Telefónica perdieron un 3,6% en la Bolsa de Nueva York, que ese día, viernes, cerró con un alza del 1,59%. El valor bursátil de Telefónica, (14,5 billones el viernes) llegó a subir 1,3 billones gracias al anuncio del acuerdo con KPN realizado el pasado día 2 de mayo.

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Consciente de que la evolución del valor en los mercados es uno de los datos claves para el futuro de la sociedad, Villalonga -defensor del concepto de "generación de valor" en Bolsa como medida del éxito de su gestión- , se apresuró el pasado viernes a contactar con fondos de inversión estadounidenses para sondear opiniones y tratar de atemperar cualquier posible reacción negativa, según explicaron fuentes de su entorno.Las declaraciones realizadas el mismo viernes por los responsables de la compañía holandesa KPN, una vez conocido el bloqueo de la operación de fusión y la oposición al plan de parte del consejo (BBVA, La Caixa y varios consejeros independientes), aludiendo a divisiones internas en Telefónica, son un golpe para la imagen internacional de la primera compañía española y por extensión, para su primer ejecutivo. "Telefónica" afirmó el viernes el ejecutivo de KPN, Paul Smits, "es una casa dividida por asuntos internos y ésa no es una base sólida para una fusión".

Por ello, algunos analistas no descartan que los mercados pasen factura y resten a los valores de Telefónica buena parte de la gran subida que experimentaron el pasado día 2 de mayo, cuando el anuncio de la fusión con KPN elevó la cotización de las acciones de la compañía un 9,23% en una sola jornada, hasta los 26,74 euros.

El simple anuncio de la fusión con KPN -cuando todavía no era pública la radical oposición a la misma del Gobierno español- hizo ganar a Telefónica 1,3 billones de pesetas en su capitalización bursátil, arreglando, de un plumazo las consecuencias de las bruscas correcciones de precios registradas en el mes de abril.

Espectacular subida

De hecho, gracias a aquella espectacular subida provocada por el nuevo golpe de mano de Villalonga, Telefónica puede mostrar todavía una ganancia en lo que va de año del 5,16%.

Mantener a toda costa músculo bursátil es vital para la operadora. Con 87.702 millones de euros de capitalización (más de 14,5 billones de pesetas), y sin alianzas claras en el plano internacional tras los continuos escarceos de Villalonga (British Telecom, MCI, WorldCom-MCI y KPN), Telefónica sólo tiene un tamaño medio en un sector en continua agitación.

Perder músculo en los mercados equivale a abrir la puerta a operaciones no deseadas. Así lo consideran los expertos que aluden a la necesidad de que la compañía adquiera masa crítica que impida una posible oferta pública de adquisición (OPA) desde el exterior.

La reacción de los mercados no es sólo importante para la primera compañía española. El BBVA, cuyos representantes en el consejo se opusieron a la fusión con KPN, debilitando de paso la posición de Villalonga en la sociedad, inicia precisamente hoy una macroampliación de capital de medio billón de pesetas para consolidar el acuerdo estratégico firmado con Telefónica para desarrollar negocios en Internet.

En general, la decisión que tomen los inversores respecto a Telefónica y a sus valores, marcará al conjunto del mercado. Las acciones de la compañía suponen todavía un 27% del índice que recoge la cotización de las 35 principales empresas del país (el Ibex 35) y un 21% del índice general. Sus filiales Terra y TPI también tienen una gran importancia en el conjunto del mercado. Terra, por ejemplo, pondera todavía un 5,73% en el Ibex 35 y supone el 30% del nuevo mercado de valores tecnológicos.

La ruptura de la fusión con KPN, operación que habría dado lugar al nacimiento de la cuarta compañía de telecocomunicaciones de Europa y la novena del mundo, con 25 billones de capitalización bursátil, sorprende a Telefónica, además en pleno proceso de absorción de filiales en Latinoamérica, operación para la que la compañía lleva a cabo un plan de ampliación de capital de 3,5 billones de pesetas y que ya registraba un cierto retraso en su ejecución.

Otra incógnita es cuándo se concretará la anunciada escenificación de la ruptura de acuerdos de Telefónica y WorldCom-MCI firmados en marzo de 1997. La malograda fusión con KPN iba a ir acompañada de la salida del consejo de Telefónica del directivo de MCI-WorldCom Bert Roberts y de la salida del propio Villalonga del consejo de la estadounidense. Ahora, es otro tema pendiente.

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