Cuatro municipios se oponen a nueva mediana metálica de la A-16
Los ayuntamientos afectados por la ampliación de la autopista A-16 con un tercer carril -Castelldefels, Gavà, Viladecans y Sant Boi- se manifestaron en contra de la mediana metálica que la Generalitat está instalando para separar los dos sentidos de la circulación. Los cuatro municipios, gobernados todos por el PSC, consideran que la seguridad exige que la separación se haga mediante un muro de hormigón.
Los ayuntamientos afectados proponen que la mediana metálica sea sustituida por otra de hormigón y sostienen que la Administración autonómica ha optado por la primera porque resulta menos cara y se coloca en menos tiempo. La mediana metálica, de facil colocación, permitirá que el tercer carril de la A-16 pueda entrar en servicio el próximo mes de mayo, un mes antes de lo previsto. La demanda de los municipios no constituye una novedad. Los cuatro alcaldes se acogen a que el proyecto constructivo ya preveía que la mediana sería de hormigón, un material considerado más seguro. Las obras comenzaron el verano pasado y su presupuesto es de 1.176 millones de pesetas.
La A-16 entró en servicio en 1992, pero muy pronto quedó pequeña para absorber el creciente volumen de circulación originado por el asentamiento de polígonos industriales y grandes superficies comerciales en sus márgenes, y la construcción de viviendas en las zonas costeras del sur de Barcelona. La construcción del tercer carril se convirtió pronto en una exigencia municipal.
Las obras pudieron iniciarse con rapidez gracias a que ya se habían previsto con anterioridad a la entrada en servicio de la autopista, de manera que entre los dos sentidos de la circulación se dejó una amplia franja de terreno. De esta manera, al acometer la ampliación, la Administración autonómica no tuvo que pasar de nuevo por el enrevesado proceso de expropiaciones.
