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Maragall ofrece un acuerdo a CDC antes de que pacte con el PP

Enric Company

Pasqual Maragall se dirigió ayer directamente a las bases y los cuadros medios de Convergència inquietos por la aproximación de Jordi Pujol al PP y les ofreció un pacto que permita defender conjuntamente los intereses de Cataluña. "No es de boquilla, no es para quedar bien", subrayó. Es, dijo, una "invitación clara al mundo de CDC a considerar la situación política para participar todos en una propuesta catalana potente". Esta propuesta debería incluir la reforma del Senado y de la financiación autonómica, entre otras cosas.

Maragall estaba pensando en el debate que el consejo nacional de Convergència realizará el domingo sobre la posición que adoptará en la investidura de Aznar. "Supongo que Pujol ganará", dijo, "como ganó en 1992 cuando pidió un voto de confianza en un momento también dramático", el de la crisis con Miquel Roca, provocada precisamente por las discrepancias sobre la entrada de CiU en el Gobierno de España. El líder de la oposición afirmó que hay "una discrepancia creciente entre Pujol y Cataluña" porque, según él, tras 20 años de estar en la presidencia de la Generalitat su proyecto político ya se reduce sólo a mantenerse en el Gobierno. Y para ello no es capaz de darse otra solución que el pacto con el PP.

Para describir la dependencia en que Pujol se halla respecto del PP, ejemplificada ahora por la necesidad de aprobar el presupuesto de la Generalitat, dijo que a veces tiene la impresión de que "a quien habría que interpelar en el Parlament es al PP".

Por eso Maragall reiteró que no se dirigía específicamente a Pujol ni a la cúpula de Convergència, sino "al mundo convergente". Inmediatamente agregó que tiene "el máximo respeto" por Pujol y consideró que Cataluña necesita que "termine bien" su etapa como presidente, aunque lamentó que ahora "parece dominar en él la pura supervivencia partidaria".

Todo esto no impide que Maragall siga considerando válida la posibilidad de llegar a acuerdos en el Parlament en algunas de las cuestiones que considera prioritarias para Cataluña. Las enumeró: el proyecto de regionalización, que debiera poner fin al caos de la superposición de administraciones, la ordenación del sistema audiovisual, el fortalecimiento del Parlament, la relectura del Estatuto de autonomía y el impulso al sistema educativo.

Mas allá dibujó un panorama sombrío. El proyecto de presupuestos de la Generalitat para el año en curso le mereció el calificativo de "miserable". Afirmó que un presupuesto que tiene un incremento cero en enseñanza es lo contrario de lo que el país necesita. Y más si incluye un aumento "fabuloso" de los gastos corrientes y un incremento "ridículo" de las inversiones. Lo único bueno que tiene es, añadió, que esta vez refleja la realidad del déficit.

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Maragall vinculó esta crítica a la "situación depresiva" del empresariado que contempla "cómo se marchan de Cataluña los centros de decisión económica". Es una consecuencia de la globalización, dijo, pero ante ella el Gobierno de CiU no hace lo que debiera.

PASA A LA PÁGINA 4

Maragall advierte a convergentes y socialistas que Aznar les "superará por la izquierda"

VIENE DE LA PÁGINA 1 Ante la situación creada por la victoria electoral del PP, Pasqual Maragall advirtió que si los socialistas y los nacionalistas catalanes no espabilan corren el riesgo de que el PP les arrebate incluso la bandera de la España plural. "A ver si Aznar y Esperanza Aguirre nos van a desbordar por la izquierda a los socialistas y los convergentes y nos hacen la reforma del Senado", dijo.

En opinión de Maragall sería una situación chusca. La reforma del Senado es una de las claves del desarrollo federal del Estado autonómico que él preconiza y que Jordi Pujol y el PP han rechazado hasta ahora. Pero el líder de la oposición socialista en Cataluña destacó que "el reconocimiento de la España plural" realizado por Aznar en la noche de su victoria electoral y la apertura a la reforma del Senado mostrada anteayer por Esperanza Aguirre indican que han variado las posiciones respecto a la legislatura anterior. Que hay un deshielo. Maragall explicó también que un importante político del PP, el presidente de Castilla y León, le manifestó días atrás su convicción de que la reforma del Senado es necesaria para completar el sistema autonómico.

El líder socialista argumentó que ahora Aznar "puede superarnos por la izquierda porque ya no es débil" y por tanto no se le acusará de ceder a ningún chantaje. Insistió en su idea de que ahora Aznar tiene dos años para encarrilar una solución al problema de la violencia en Euskadi. "Si de aquí a dos años no lo ha arreglado, el país entero, que lo ha aclamado, lo denostará", afirmó.

Pero la advertencia sobre el peligro de desbordamiento se dirigía también a los socialistas por las tentaciones de involución de signo nacionalista que han hecho presencia en el PSOE. Maragall recordó que los socialistas catalanes "han sido los primeros en ofrecer un modelo de España", como reclama el presidente de la gestora del PSOE, Manuel Chaves. Luego mostró su confianza en que el modelo de los socialistas "sea el de la pluralidad de España" y mostró una punta de autocrítica: "Estoy de acuerdo en que una parte de la derrota viene de que no hemos precisado bien nuestro mensaje sobre el modelo de España".

El malestar creado en el PSOE por la votación de la Mesa del Senado, de la que Entesa Catalana fue excluida, no tiene una significación relevante, según Maragall. "Fue la afirmación de una realidad. La Entesa es un grupo y no un subgrupo" del PSOE, sentenció.

El líder socialista afirmó que todavía no está en disposición de explicar qué papel desempeñará en el PSC cuando Narcís Serra deje la primera secretaría. Eso ocurrirá en el IX congreso del partido, convocado para el mes de junio.

El PSC y los empresarios

Maragall está en negociaciones con los dirigentes territoriales y los alcaldes del partido para delimitar cuáles serán sus funciones. Ayer no quiso precisar cuál es su posición en esas negociaciones. Se limitó a explicar que el IX congreso debe ser "de apertura y cohesión, de renovación y proyección hacia la sociedad".

"Esto no lo haremos solos", dijo Maragall, "sino con una oferta de centro izquierda que abarca desde Iniciativa hasta los empresarios". Luego hizo un llamamiento para que éstos participen en el congreso del PSC presentando propuestas propias. Aseguró que existen canales reglamentarios ya previstos para poder hacerlo. Eso debiera servir, afirmó, "para reconocerles su papel decisivo, y a la izquierda para confirmarla ante sus bases e incluir a la más testimonial'. Dicho esto sentenció: "El centro se gana cuando hay acuerdo en la izquierda".

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