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El alcalde legalizará una iglesia, pese a que el Supremo ordenó su derribo parcial

El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, pretende legalizar la situación urbanística de la parroquia de Nuestra Señora de las Fuentes, a pesar de que hay una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de 1993, que ordena el derribo parcial del templo porque está a una distancia inferior a la que debiera de un edificio residencial colindante. Unos 300 feligreses impidieron ayer que se ejecutara la orden de derribo, que afecta a la parte del templo donde está el altar mayor. Es la segunda vez que lo logran en dos años.

El PP se ha puesto de parte de la Iglesia en un litigio entre particulares sobre un grave problema de lindes. El Consistorio envió ayer una nota informativa en la que se lee: "El Ayuntamiento de Madrid llevará al próximo pleno el acuerdo para proceder a la declaración de la edificación de la iglesia ajustada al Plan del 97, que subsana los problemas originados por el planeamiento [urbanístico] anterior". Resulta inusual que el Consistorio envíe a los medios de comunicación notas informativas para dejar constancia de su posición en un litigio entre particulares.La parroquia de Nuestra Señora de las Fuentes se contruyó con licencia municipal en la calle de Villa de Marín (Fuencarral) en 1988. El templo se levantó a siete metros de un bloque de viviendas de 14 pisos que se construyó cuatro años antes en el número 41 de la calle de Villa de Marín . La escasa distancia entre la pared trasera del templo y la frontera del bloque de viviendas dejaba sin luz y sin vistas a los vecinos de los dos primeros pisos del bloque. Estos propietarios denunciaron la obra del templo y la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid les dio la razón en junio de 1993. El Tribunal Supremo ratificó esta sentencia al declarar improcedente, en julio de 1999, el recurso de revisión interpuesto por el Arzobispado de Madrid.

La sentencia establece que el edificio eclesiástico debería haber sido construido al menos cinco metros más lejos de los pisos de lo que lo está y ordena el derribo de la parte sobrante del edificio. "La sentencia dice que tendríamos que retranquearnos cuatro metros más, para lo que hay que tirar todo el presbiterio y habría que mover el altar mayor", explicó el párroco, Eusebio Ocaña. El tribunal basa su resolución en lo establecido por el Plan General Urbano de 1985, elaborado por el PSOE, cuando gobernaba el Consistorio.

Los operarios de la Gerencia Municipal de Urbanismo se presentaron ayer en el templo para ejecutar la orden judicial. Unos 300 feligreses les impidieron realizar su tarea. "No vamos a permitir que se derribe, porque su construcción la hemos pagado todos los vecinos", aseguró Gloria Gómez Serrano. Los vecinos carecían de iglesia hasta que se construyó esta parroquia. Improvisaron su templo en el aula de un instituto y en el local de un bloque de viviendas.

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