_
_
_
_

Dos planchas de ladrillo caen del Ayuntamiento de Alcobendas

Pensaron que se trataba de una bomba. Los trabajadores del Ayuntamiento de Alcobendas (86.000 habitantes) acabaron ayer la jornada laboral con un sobresalto de órdago al oír y ver el desprendimiento de dos grandes planchas del ladrillo ornamental que recubre todas las fachadas de la casa consistorial. No hubo heridos, pero Protección Civil acordonó la zona y desalojó a las cerca de 300 personas, entre trabajadores y vecinos, que en el momento del suceso permanecían en el interior del edificio.El desplome ocurrió a las 14.55 cuando, por causas aún desconocidas, dos planchas del revestimiento de la fachada que da a la calle de Blas de Otero cayeron de repente al suelo. Según varios testigos, simultáneamente se desprendió parte del revestimiento del despacho municipal de atención al ciudadano. En el interior de esta dependencia permanecía un trabajador que, al oír el estruendo exterior, salió corriendo y evitó que parte de la pared le cayera encima. Según las fuentes consultadas, los cascotes han causado diversos daños materiales en el mobiliario de oficina del despacho.

Ante el peligro de nuevas caídas, Protección Civil acordonó el exterior del inmueble y la Policía Municipal retiró con grúas los vehículos aparcados en las inmediaciones. Además, fue necesario desviar la centralita telefónica del Ayuntamiento a otro edificio municipal.

Vallado y con andamios

Desde hace varios meses el perímetro de la casa consistorial permanece vallado y con andamios, precisamente porque ya se habían producido otros desprendimientos aislados de ladrillos ornamentales. El grupo municipal del Partido Popular denunció entonces el riesgo que corrían los viandantes y los propios trabajadores del Ayuntamiento, dado que el patio interior de la casa consistorial tiene el mismo revestimiento que las fachadas externas.

"Nosotros hemos denunciado en reiteradas ocasiones el peligro de desprendimientos, pero no se han adoptado las medidas necesarias y lo que ha ocurrido ahora ha supuesto un riesgo físico evidente y grave, porque no estamos hablando de un accidente del edificio, sino de un accidente que podía haber causado daños irreparables a los centenares de trabajadores municipales", comentó ayer el portavoz popular, Ignacio García de Vinuesa.

A última hora de ayer, el equipo de gobierno decidió suspender la actividad laboral dentro de la casa consistorial hasta el momento en que esté completamente garantizada la seguridad en el interior del edificio. Además, mientras duren las obras, todos los puestos de trabajo se separarán de la fachada entre tres y cinco metros y se asegurarán adecuadamente las ventanas que dan a los despachos. El Ayuntamiento abrirá de nuevo las instalaciones el próximo lunes y estudia emprender acciones legales contra la empresa constructora.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_