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Reportaje:

Reconstruir un barrio de 50 años

Desde hace casi 50 años, en Barakaldo se esconde un barrio de 90 bloques de viviendas en hilera donde 750 familias residen en casas de 52 metros cuadrados que amenazan con hundirse en cualquier momento por culpa de la aluminosis. El barrio se llama Beurko y sus vecinos andan estos días revueltos porque, tras varios años de incertidumbre, ya saben que a partir de abril comenzará el derribo de los 170 primeros pisos y luego las excavadoras irán introduciendo sus fauces en el resto hasta que llegue el verano de 2002 y no quede en pie ninguna de las actuales casas.Cada fase de demolición irá seguida de otra de construcción y así sucesivamente hasta que, después de tres, en la primavera de 2003 surja un nuevo barrio en el que residan las 750 familias. En una etapa posterior, se construirán otras 375 viviendas que se destinarán a nuevos residentes. Mientras se cumple el sueño y la espera, los vecinos serán realojados, incluso podrán trasladarse a alguna localidad del Mediterráneo. Y todo de manera gratuita. Incluso el piso nuevo.

"Si digo la verdad, me encanta el proyecto porque voy a tener ascensor y a mi edad, cargando con bolsas todo el día, ya me hace falta", comenta Josefina, de 77 risueños años, de los que lleva 44 viviendo en el 5º piso del número 25 de Beurko. Josefina pertenece al 41% de los propietarios de más de 65 años. Ha pedido un piso de 54 metros cuadrados, como otro 53% de los vecinos. "No tendré que pagar nada. Creo que vamos a mejorar".

El plan de remodelación del barrio ofrece a los propietarios una fórmula de vivienda por vivienda. Se sustituirán gratuitamente los actuales pisos afectados por la aluminosis, todos según un estudio, por otros nuevos de similar superficie. Los vecinos que prefieran un piso más grande podrán lograrlo pagando la diferencia de precio.

La vivienda gratuita "de reposición" tiene 54 metros cuadrados, pero también habrá de 70, que costará 3.830.400 pesetas; de 85,5, con un precio de 7.541.100 y de 90 metros, cuyo valor será de 8.618.400 pesetas.

Inmaculada, de 46 años [el 71% de los residentes tiene más de 45 ], casada, con una hija de 18 años, reside en 52,5 metros cuadrados en el número 25 de José Zorrilla y ha elegido un piso de 70 metros cuadrados, al igual que el 37% de sus convecinos. "Me hace ilusión ir a una casa nueva porque tengo miedo de que cualquier día se caiga una viga como le pasó a un vecino. Pero quiero seguir en el barrio. Las casas están muy bien, pero no me gusta la redistribución de las habitaciones", dice. Eso no será un problema, porque los propietarios pueden elegir casi todo: número de dormitorios, distribución y situación.

Beurko es un barrio de fachadas grises y muchas pequeñas ventanas. La mayoría de sus calles repiten el nombre del barrio y casi todos los vecinos viven en la misma calle o en la Avenida Beurko. "Aquí nos conocemos todos. En la fiesta de San Juan, salimos a la calle y tomamos el chocolate. Me gusta mucho ese ambiente y espero que en el nuevo barrio siga todo igual. Mi madre vive aquí, yo nací y viví hasta que me casé. Luego, me quedé viuda y hace poco volví con mis dos hijos", relata Begoña Pardo, de 33 años. Acaba de salir junto a su hermana Amaya, de 30, que también reside allí, de la muestra que sobre la remodelación se inauguró la pasada semana en el colegio de los Padres Paules, en el mismo barrio.

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A la muestra acuden los vecinos en busca de información, para llenar las solicitudes y, sobre todo, para despejar dudas. "Muchos vienen todos los días a preguntar detalles o porque les ha quedado una duda, pero lo que más les preocupa es el tema de los realojos. Ven que se van a empezar a tirar las casas y tienen miedo", explica Ana Campo, una de las cinco asesoras de la exposición de Larcovi, la constructora a la que el Ayuntamiento adjudicó la obra en concurso.

"¿Cuándo nos tiran?" pregunta Eliseo, de 72 años, algo escéptico. Le acompaña Arturo, de 32, uno de sus dos hijos. Viven en el número 3 y cuando observan los paneles parece que recorren la casa de 70 metros cuadrados que desan comprar. Ya en la calle, una mujer alza la voz: "Ya tengo ganas, ya era hora. A ver si, como dicen, construyen el barrio del siglo XXI que solucione el problema de la aluminosis y también los nuestros".

Un grado de deterioro total

El barrio de Beurko nació a principios de la década de los 50, cuando el rápido crecimiento de la población de Barakaldo, al calor de la actividad industrial, obligó a construir viviendas con urgencia. Esa década, se crearon 2.000 en todo el municipio, 750 en el barrio de Beurko. En 1993, se detectó que los bloques sufrían aluminosis. Distintos informes técnicos del Gobierno vasco y del Ayuntamiento de Barakaldo aconsejaron una actuación radical. "El grado de deterioro del cemento aluminoso es prácticamente total", resalta un informe. El deterioro es generalizado en las fachadas y "la mala calidad del revoco origina cuarteamientos, abombamientos y desprendimientos".Para empezar de nuevo, el plan de remodelación supondrá una inversión de 15.000 millones de pesetas (90,1 millones de euros) en la construcción de 1.185 nuevas viviendas, 5.455 metros cuadrados de locales comerciales y 1.275 plazas de garaje. El proyecto afectará a una superficie total de 33.565 metros cuadrados.

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