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El Espanyol neutraliza al Depor

El líder pagó con el empate su juego conformista y plano ante el entusiasmo y la impotencia de los de Montjuïc

Robert Álvarez

El líder defraudó en Montjuïc. El Deportivo, que llegaba de perder dos partidos consecutivos, doblará la primera vuelta del campeonato en primer lugar pero viendo como se le acercan sus rivales. La entusiasta pero discreta réplica del Espanyol bastó para que el equipo gallego se dejara otros dos puntos en su carrera por el título.El Espanyol planteó el partido desde una audacia insólita y asumió el riesgo de caer en la ingenuidad de tutear al Deportivo. Fue a pecho descubierto a por el líder. Propuso un ritmo que por momentos se hizo insostenible. Naybet y Donato tuvieron que multiplicarse para romper las diagonales que trazaron los lebreles del Espanyol. En ese sentido la labor de De Lucas a espaldas de los puntas, Tamudo y Serrano, llevó por la calle de la amargura a la defensa del Depor. De Lucas, que relegó al banquillo a Arteaga, fue quien mejor sorprendió a Songo"o porque su movilidad le proporcionó momentos para el remate seco e imprevisible.

Irureta renunció al doble pivote y situó a Jokanovic en el carril izquierdo, dejando a Mauro Silva en el centro y a Flavio en la derecha, mientras que Djalminha y Turu Flores actuaron por las bandas y Makaay basculó partiendo desde la posición de delantero centro. El Deportivo capeó el trasiego constante con el que le buscó las vueltas el Espanyol. Y se pasó así un buen rato. Pero en sus primeras exploraciones en el terreno de los de Brindisi detectó que podía obtener pingües beneficios. La defensa del Espanyol se desballestó de una forma tremenda. En dos o tres ocasiones quedaron hasta tres jugadores del Deportivo con el camino expedito para el remate. Mora le sacó un remate de cabeza a Jokanovic que, en su segunda incursión en el área del Espanyol, envió el cuero al palo cuando, totalmente solo, había recibido un centro enviado desde la derecha por Djalminha. Fue una de las mejores pruebas de la superioridad que adquiría el líder cuando se movía en vanguardia. Pero no acababa de desplegarse con el convencimiento preciso y que se le supone al equipo que viaja con varios largos de ventaja en el campeonato.

El Deportivo ganó metros en la segunda parte y eso provocó que el toma y daca fuera mucho más directo. Por momentos desapareció la transición. El acarreo del balón fue visto y no visto o bien se eligió el pase largo. Así llegó otra gran ocasión para el Deportivo. La excelente visión de Flavio, en un pase al hueco, se combinó con la lentitud de Nando. Makaay se quedó solo ante Mora pero su envío, con el exterior del pie, salió demasiado alto.El Espanyol replicó con un remate a quemarropa de Serrano que detuvo Songo"o saliendo todavía no se sabe donde.

Brindisi volvió a demostrar su audacia. Si empezar el partido con sólo dos extranjeros -Galca y Navas- ya es un farol en los tiempos que corren, decidió hacer debutar a David García, otro más de los muchos canteranos que está promocionando el técnico argentino. De esta forma hizo que Navas abandonara el lateral izquierdo -que por falta de efectivos ocupa como titular- y lo devolvió por una vez a su puesto natural de volante derecho. David García se asoció en la banda izquierda con Toni Velamazán mientras que Benítez trató de aportar más madera al fuego relevando a un desfondado De Lucas. No tuvo bastante con ello Brindisi. Acabó el entrenador del Espanyol ganándose la bronca del público cuando, a 20 minutos para el final, retiró a Tamudo y dio entrada a Arteaga. Un cambio, delantero por centrocampista, que parecía delatar que se contentaba con el empate. El Espanyol efectivamente se tapó atrás y trató de ofrecer respuesta ya únicamente a base de contraataques.

Irureta relevó a Makaay y Turu Flores para dar entrada a Fran e Iván Pérez y el dominio del Deportivo acabó siendo descarado. Pero en esos minutos no logró acabar ninguna acción. Se perdió en sus intentos de llegada por la derecha -Manuel Pablo se incorporó desde atrás ya de forma permanente- y en el caracoleo excesivo de sus talentosos centrocampistas. Un desperdicio. El juego no dio nada de sí. Ni una sola ocasión más hubo. El Deportivo tuvo el balón pero no supo cómo administrarlo. El líder no encontró manera de plasmar su superiodad teórica y territorial ante el aplicado repliegue españolista. El equipo gallego se llevó de Montjuïc las mismas malas sensaciones de las dos últimas jornadas en las que cayó. Ayer empató pero su juego no estuvo muy por encima del que le llevó a caer ante el Zaragoza y el Racing.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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