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Una vida dedicada a romper el silencio

Educar con vocación de integración a los niños con deficiencias auditivas es el objetivo sobre el que descansa el trabajo de los más de 40 profesionales del Instituto Valenciano de Audiofonología Luis Fortich, que ayer se inauguró con un proyecto pionero en la Comunidad Valenciana. El IVAF abre sus puertas con un modelo pedagógico de integración preferente de niños sordos en convivencia con oyentes, dedicado a los 112 alumnos matriculados este curso. El instituto no quisó zarpar en este, su primer viaje, sin rendir un homenaje "entrañable", en palabras de su directora Julia Hernandis, al profesor, psicólogo e investigador valenciano Luis Fortich, fallecido hace cuatro años, que dedicó toda su vida profesional al estudio de la sordera y acabar con el silencio. Su manual La deficiencia auditiva: aproximación multidisciplinar, que unifica los estudios de medicina, psicología y sociología existentes al respecto, sigue siendo la base del conocimiento de los logopedas especializados en audiofonología. Y la formación es precisamente una de las tareas a la que contribuyen los profesionales del IVAF, algunos de ellos con más de dos decenios de trayectoria profesional. La reciente firma de un convenio entre la Diputación, que tiene la titularidad del instituto, y la Consejería de Educación, que cuenta con profesores logopedas, permitirá ampliar la cantera de especialistas en audiofonología orientados a trabajar en programas de rehabilitación y de integración en centros escolares del sistema educativo valenciano.

Aunque el instituto centra sus recursos en atender a los niños sordos desde todos los ángulos posibles -el educativo, la formación y rehabilitación y el diagnóstico médico, en coordinación con el Hospital General, para detectar las deficiencias auditivas de forma temprana-, una de las novedades que le dan carácter propio al centro es la convivencia entre niños sordos y oyentes, que sólo tiene otro referente similar en Cataluña. De hecho, ayer, los verdaderos protagonistas del acto al que asistieron el presidente de la Diputación, Fernando Giner, y la directora general de Centros, Concha Gómez, fueron los más pequeños. Los alumnos de Infantil, tanto de 0 a 3 años como de 3 a 6, que estrenaron aulas y pizarras.

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