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Una tormenta arrasa dos urbanizaciones de Colmenar de Oreja

Un fuerte y repentino temporal de agua soliviantó la noche del miércoles Colmenar de Oreja. El aguacero, que desbordó el arroyo Mingorrubio en pocos minutos, destrozó la carretera comarcal 318 (Aranjuez-Colmenar) y arrastró coches, plantaciones, árboles, vallas, puertas y postes de la luz. La Guardia Civil rescató a 10 personas atrapadas en sus coches.

La tormenta se desató entre las ocho y las nueve de la noche. Castigó especialmente a los vecinos de las urbanizaciones Los Vallejos y Valle San Juan, habitadas por unas 2.000 personas. De pronto, el arroyo de Mingorrubio, habitualmente seco, se fue inundando de agua hasta alcanzar un caudal de dos metros de altura por cincuenta de longitud. Se desbordó. El agua se llevó entonces por delante todo lo que encontraba a su paso y desembocó en la carretera M-318, que une Colmenar con Aranjuez. La hizo añicos, y permanecerá cortada al tráfico en este tramo al menos dos semanas debido al riesgo de hundimientos."Llovió muy fuerte durante media hora. De repente, el río empezó a crecer. Instantes después vimos llegar una avalancha tremenda de agua que lo arrastraba todo", explicó Ernesto, vecino de Colmenar de Oreja.

A Silvio, de 52 años, el agua le sorprendió dentro de su furgoneta: "No pude hacer nada, el río tenía una fuerza descomunal y durante un kilómetro fui remolcado por el agua hasta que mi furgoneta fue a parar contra la puerta de una casa".

Julián Antolín Trinidad, presidente de la junta de compensación de la urbanización Los Vallejos, cuenta: "El arroyo de Mingorrubio, que cruza la urbanización, estaba totalmente desbordado. Las aguas bajaban marrones y arrastraban mucho ramaje y lodo; daba miedo".

La riada destrozó parcialmente dos calles de la urbanización Los Vallejos. "Las dos tuberías que pasan por debajo de la carretera eran insuficientes para tragar toda el agua, y se las llevó por delante", añadió Antolín. La tromba también afectó al tendido eléctrico, pues inundó el transformador de Unión Fenosa y dejó sin luz a la urbanización durante cinco horas.

Efectivos de la Guardia Civil, Protección Civil y Policía Local acudieron a la zona ante las múltiples llamadas de socorro y auxilio que recibían. Los agentes del instituto armado se volcaron en rescatar en primer lugar a muchas personas que permanecían atrapadas dentro de sus coches y rodeadas por el agua. Teresa, que viajaba con su marido en un Audi, aún temblaba ayer cuando recordaba los momentos dramáticos que pasó: "Llovía poco y de repente vino la riada. El coche se paró y el agua empezó a subir cada vez más hasta llegar al nivel de las ventanillas. A los cinco minutos llegó un coche de la Guardia Civil, que se cruzó delante para cortarnos el agua; más tarde fuimos rescatados".

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Ayer por la mañana se iniciaron las tareas de limpieza de la carretera ahora enfangada. "Aquí tenemos para muchos días. Lo peor de todo será reconstruir la carretera, ya que el agua se ha llevado en algunas zonas media calzada", indicó uno de los técnicos de la Comunidad de Madrid.

Veinte casas de la urbanización Los Vallejos quedaron cubiertas de arena y barro. Los vecinos aún sacaban barro de los sótanos y garajes en la mañana de ayer. Otra docena de casas sufrieron daños menores, rotura de puertas y cristales y pequeñas inundaciones. Uno de los propietarios de estas casas recordaba ayer que la tormenta ya les castigó hace diez años: "Siempre que caen dos gotas, el arroyo se desborda, pero nadie ha puesto remedio aún", se quejó. Otro vecino denunció que el arroyo debería estar canalizado para evitar las potenciales desgracias que barrunta. Los daños ocasionados por la tormenta del miércoles han llevado a la alcaldesa de Colmenar, Contestación Álvarez, a solicitar al Gobierno regional que declare el aréa como zona catastrófica.

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