El homenaje a Ramon Teixidor logra cubrir las deudas del actor fallecido
Había una razón urgente para realizar un acto de homenaje a Ramon Teixidor. Era, es verdad, uno de los actores más queridos de la profesión, por su simpatía, por su bondad, por esa sonrisa que los realizadores del homenaje quisieron destacar proyectándola en el TNC y que se llevó, al final del acto, la mayor ovación de la noche. Pero la razón era la de lograr cubrir los costes de un sueño, el de volver a llevar a los escenarios El retaule del flautista. Y se logró.
Para volver a montar El retaule del flautista, Ramon Teixidor tuvo que endeudarse por una suma que ascendía en el momento de su desaparición, a aproximadamente 13 millones de pesetas. Pues bien, la Associació d"Actors i Directors de Catalunya logró cubrir con un manto de paz económica el sueño de Teixidor y recaudó, incluyendo las promesas de las instituciones, más de lo adeudado.La del homenaje a Ramon Teixidor fue una noche de caras conocidas. Del Lliure a Dagoll Dagom, de Comediants al Tricicle, fueron muchos los actores, directores y compañías que estuvieron presentes en la sala. Fueron 612 las personas que pasaron religiosamente por taquilla (ni una sola invitación) y que dejaron una recaudación bruta de 1.836.000 pesetas (a descontar el 5% que Servicaixa aduce como gastos). Por otro lado, siguen abiertas las cuentas en Caixa Penedès (2081 0371 41 3300001660) y La Caixa (2100 1357 71 0200041401) que hasta la noche del lunes habían recaudado cerca de 2 millones con aportaciones de particulares, a los que hay que sumar el millón que ya ha ingresado AISGE (Actores Intérpretes Sociedad de Gestión de España). Además las instituciones también han prometido ayudas, empezando por la Diputación (5 millones), y siguiendo por la Generalitat (3 millones), el Ayuntamiento (un millón y medio) y la Sociedad General de Autores y Editores (medio millón). Tras el pago de la hipoteca, el dinero sobrante recaerá en la mujer y la hija del desaparecido actor.
El homenaje a Ramon Teixidor fue un acto festivo, una especie de funeral laico dispuesto a conservar, como al actor le hubiese gustado, la memoria sonriente de Teixidor. Estuvo el recuerdo de sus propios trabajos que se han conservado filmados, desde el histórico Retaule del Flautista original de principios de los 70, a su paso por Barri Sèsam y otros trabajos televisivos y teatrales, hasta su última interpretación en el TNC, paradójicamente como condenado a muerte en Mesura per mesura, de Shakespeare, con dirección de Calixto Bieito. En Mesura per mesura compartía escenario con el también desaparecido Lluís Torner y con Pep Cortés, quien recordaba, en el vestíbulo, que cada vez que, como verdugo, debía anunciarle la muerte a Teixidor podía ver cómo el actor respondía con una entereza cargada de alegría.
Sobre el escenario fueron desfilando sus compañeros, empezando por los monigotes de Barri Sèsam. Profesionales de la escena como Enric Majó, Carme Sansa, Montse Carulla, Vicky Peña, Joan Manel Orfila "Polac", Feliu Formosa, Ferran Rañé, Gemma Brío, Ignasi Roda, Nadala Batiste o Jaume Melendres aportaron sus paradojas teatrales. Hubo magia con Mag Lari, Haussom y Enric Magoo. Hubo humor con La Cubana (que aprovechó para cargar contra el Nacional de Flotats), Vol Ras y Angel Pavlovsky. Y hubo música con Ester Formosa i Toti Soler, Sílvia Comes & Lídia Pujol, Oriol Tranvía, Ludovica Mosca, El musical més petit, Dagoll Dagom y Maria del Mar Bonet. La noche la terminaron los compañeros de Ramon Teixidor en la compañía Teatre de l"Univers con un fragmento de El retaule del flautista titulado Soul de les calamitats públiques, un soul en el fondo alegre. La noche terminó con champaña, y es que no hay duda que a Teixidor le hubiese gustado estar presente animando la fiesta. Para él fueron todas las ovaciones de la noche.
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