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Una niña ciega y otra con síndrome de Down no han sido escolarizadas

Dos niñas de tres años, una invidente y otra con síndrome de Down, no han sido escolarizadas en los centros de educación infantil de la Junta de Castilla y León por no alcanzar la puntuación exigida en el baremo establecido por la Consejería de Educación y Cultura, ya que resultaron perjudicadas porque uno de los cónyuges trabaja, y esto supone menos puntos a la hora de elaborar la lista de admisiones en las antiguas guarderías."El baremo establece que los niños reciban cinco puntos si los dos cónyuges trabajan y sólo un punto si uno de los padres carece de trabajo", según ha denunciado el presidente de la Asociación Abulense del Síndrome de Down, Gregorio Arroyo, que explicó que "es lógico que, por la atención que requieren los niños con minusvalías, las madres no busquen trabajo para dedicarse plenamente al cuidado de sus hijos". Esta situación provoca, según critican, una clara desventaja respecto al resto de alumnos, según Arroyo.

Tras producirse estos casos, la Asociación Abulense del Síndrome de Down investigó la situación y descubrió que estas escuelas de educación infantil carecen de legislación específica y que, por tanto, "deberían aplicar la LOGSE y tener en cuenta el artículo 49 de la Constitución para que todos estos niños tengan acceso a una educación normal y a la integración". La versión de la Junta no pudo ser recabada ayer.

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