Profesores a la deriva
Un año más llegan las fatídicas fechas en que la Consejería de Educación y Ciencia ha de colocar los efectivos de los distintos niveles de enseñanza no universitaria en sus diversos destinos, y un año más surge la mala organización, la poca transparencia, la desinformación, la mala educación y arrogancia de algunos funcionarios de ventanilla. Es muy triste ver que a los cientos de profesores a los que no se nos ha dado destino aún se nos trate infrahumanamente, que deambulemos de una ventanilla a otra en la Delegación de Educación y Ciencia de Málaga, a la búsqueda de una respuesta a una sencilla pregunta: ¿cuándo sabremos adónde nos destinan y, sobre todo, cómo? Un sinvivir. Hasta este curso siempre se ha hecho un acto público de adjudicación de nuevas vacantes y sustituciones para el nuevo curso. Para saber el cuándo de dicho acto y para que no se te pasase la vez y te quedaras sin plaza (alguna vez se ha convocado a última hora de la mañana para esa misma tarde, con dudosa legitimidad en cuanto al mínimo plazo exigido para convocarlo), uno debía estar muy atento, es decir, metido en delegación todas las mañanas esperando a ver si pegaban un cartelito en alguna pared cuando menos y donde menos te lo esperabas, pues los teléfonos siempre comunican o no responden y, cuando lo hacen, con qué modales -tanto en Málaga como en Sevilla-, y en ventanilla siempre te contestan -¡lamentablemente!- que no saben, cuando aquí estamos hablando de un empleado más o un parado más. ¿Por qué de una vez por todas no se pone una fecha concreta para dicho acto y que se sepa por lo menos una semana antes? Además, hay que reseñar la falta de transparencia en la adjudicación de plazas: ¿para cuándo listas públicas, claras y entendibles, de quién está en cada bolsa de trabajo y qué destinos ha pedido cada uno, para así evitar suspicacias de todo tipo? Pero este curso nos anuncian (los sindicatos, que no los funcionarios de ventanilla de la delegación) una "mejora": será la Consejería de Educación y Ciencia, desde Sevilla, la que asigne (¡quién sabe cuándo!) estos puestos. ¡Ahora sí que se acabó la transparencia! Y yo me pregunto: ¿no será una estratagema para así volver a ocultar los fallos a los que nos tiene acostumbrados esta consejería? ¿Podremos tener los profesores algún día la tranquilidad de saber que llegaremos a puerto y que dejaremos de estar a la deriva?- .
