El Gobierno, ausente
El debate estrella del verano fue seguido ayer en directo con escaso interés en el hemiciclo del Congreso. El Gobierno casi en pleno ignoró estruendosamente la discusión. No estuvieron ni un momento en la Cámara baja ni el presidente del Ejecutivo, José María Aznar, ni tampoco el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Manuel Pimentel. Tan sólo el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, siguió en persona durante unos minutos la polémica. El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, sólo se presentó para votar, como la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino.Los diputados tampoco mostraron un entusiasmo inusitado para escuchar las últimas propuestas de todos los partidos -se registraron cinco proposiciones no de ley distintas del mismo asunto- sobre la revalorización y el futuro de las pensiones públicas de muchos millones de españoles. Hubo momentos de la sesión en los que apenas medio centenar de parlamentarios estaban presentes en el salón de plenos. A la hora de la votación, sin embargo, apretaron el botón 312 señorías.
