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Unas 200.000 personas participan en las barbacoas nocturnas de Cádiz La fiesta se celebra con motivo del trofeo Carranza de fútbol

Unas 200.000 personas, según la estimación del Ayuntamiento, participaron en la madrugada de ayer en las tradicionales barbacoas que cada temporada se celebran en las playas de Cádiz coincidiendo con la finalización del Trofeo Carranza de fútbol. Se trata de la mayor concentración de público en esta celebración popular, superando con creces las 170.000 personas que acudieron el verano pasado. De esta manera, las barbacoas se han consolidado como uno de los fenómenos sociales más importantes, y con mayor poder de convocatoria, de los que se dan en la agenda de actos lúdicos de Cádiz durante el año. Acompañados de toda clase de comodidades, incluidos el mobiliario en algunos casos, vecinos de Cádiz y del resto de la Bahía tomaron todas las playas de la capital, a excepción de La Caleta, con la excusa de practicar barbacoas aprovechando la fresca brisa nocturna. La concentración, que fue masiva a partir de las 22.00, se prolongó hasta media mañana de ayer, alargando su duración de forma considerable respecto a veranos anteriores. El concejal encargado de la coordinación de los servicios especiales activados para el evento, Jesús de Sobrino, explicó ayer que "posiblemente, el adelanto de la fecha de celebración a la primera quincena de agosto, cuando hay más turistas en la zona, justifique que la participación haya sido tan considerable". A esta circunstancia se suma el hecho de que por tercer año consecutivo las playas de Cádiz dispongan de iluminación durante la noche, facilitando la estancia en la costa. La convocatoria espontánea de las barbacoas, que comenzó a consolidarse como acto de masas hace aproximadamente 10 años, obligó al Ayuntamiento a mantener abiertos los ocho módulos de servicios de playas instalados en las de La victoria y Santa María del Mar, y la activación de equipos especiales de policía y de la Cruz Roja del Mar, que patrulló durante la madrugada el litoral con tres embarcaciones. Con todo, según el Ayuntamiento, la noche fue "muy tranquila". A pesar de que la previsión municipal era la de poder tener limpias las playas hacia la una de la tarde, una vez desarrollado un plan especial de recogida de basuras desde las siete de la mañana, este plan se vio desbordada por la cantidad de residuos dejados en la zona. La costa no recuperó su aspecto habitual hasta las seis de la tarde, tras 12 horas de trabajos. Jesús de Sobrino se quejó de la "escasa colaboración de muchos de los concentrados", que "volvían a depositar basuras después de que la zona hubiese sido ya barrida". Seis tractores dotados de sistemas especializados de recogida de basuras en las playas y dos camiones encargados de transportar los residuos participaron en la operación. El concejal reconoció ayer su sorpresa al ver cómo entre los objetos retirados de la playa se encontraban "un mueble castellano, un sofá y un carrito de inválido".

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